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Receta norteña.

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DOBLE MORAL

Alberto Híjar Serrano

La doble moral en realidad es apariencia guiada por una moral de dominio y avasallamiento a toda costa. La constante simulación choca con la terca realidad que contradice a los virtuosos voceros. A Mario Renato Menéndez le gusta recordar a Tartufo, el personaje de Moliere, cuando denuncia las tropelías de los farsantes. La Secretaría de Gobernación, por ejemplo, declara desastre en el Estado de México por el desfogue de la Presa de Guadalupe a sabiendas de que desbordaría ríos e inundaría las casas de tresmil familias, pero pronto corrige para decir desastre natural y evitar perjuicios a la campaña presidencial del candidato de Televisa, del PRI y los oportunistas a modo. La evidencia del desastre es tal, que los noticieros tienen que filmarla in situ cual corresponde a su índole morbosa y al referirla a bordos sin reparar, a conductos sin conservación, a falta de prevención, evidencian la orientación real del gobierno de la infraestructura. Los crímenes a la alza, los feminicidios abundantes, sólo se saben de casualidad, pero se saben hasta resultar inocultables.

La Judicatura Federal protesta porque Calderón insinuó que hay jueces venales y no se raja, todo en el momento en que un gran defraudador de la Comisión Federal de Electricidad, “la empresa de clase mundial”, es aprehendido e inmediatamente liberado por la misma juez. Debió ser vigilado mientras durara el proceso penal pero en cambio, ha desaparecido para aclarar lo que hay de cierto en la lucha estatal contra la impunidad y la corrupción. Miles de presos pobres sin procesar abarrotan las cárceles, no protestan porque nadie les hace caso y muchos en su misma condición con derecho a fianza, no tienen para pagarla ni para solicitarle a Carlos Slim que la cubra pues para eso ha destinado un fondo especial. De los crímenes flagrantes de la tropa nada y nadie discute si tienen fuero para que los culpables de violaciones y asesinatos de todo tipo sean procesados civilmente y castigados. Las comisiones de derechos humanos sólo pueden recomendar disculpas y negociaciones sin poder para hacerlas cumplir. Una sola moral orienta estas simulaciones.

Con la democracia entera ocurre lo mismo. El mejor alcalde del mundo, según una organización de esas que se dicen mundiales, arrasa bosques enteros y caseríos habitados por familias al fin despojadas en beneficio de obras monumentales a cargo de constructoras españolas y transnacionales como la ICA que no sólo ganan miles de millones de dólares con la construcción sino tendrán la concesión de las nuevas vías elevadas para su uso privatizado. Martí Batres, el recién cesado colaborador de Ebrard, advierte que lo ganado en obra pública no debiera ser privatizado si es que se quiere impulsar la democracia con sustento económico de amplio beneficio. Pero la doble moral exalta las obras urbanas sin ton ni son que mantienen desquiciada la ciudad capital y ordena ni un paso atrás pese a las movilizaciones de los perjudicados. Los de Milpa Alta han logrado unidad ante la amenaza devastadora de sus bosques.

Los de Santa Fe incluyen casatenientes que soñaron con usar 40 hectáreas para un gran bosque como Chapultepec ahí donde mandan los grandes malls. Ebrard responde haciendo cuentas del costo en dólares de los terrenos como argumento para rechazar la propuesta. La doble moral es implacable y en las cuentas de costos y beneficios no incluye a las comunidades. Todo es en beneficio de todos, declaran los contratistas de Estado aunque las víctimas prueban lo contrario sobre todo donde escasea el agua de uso domestico y abundan las inundaciones anuales, la energía eléctrica es un desastre por la “empresa de clase mundial” que en efecto obedece a la clase que en el mundo entero alcanza extremos de explotación y violencia nunca antes vistos porque es muy semejante lo que pasa en el Mediterráneo que en Portugal o México. Se van las lluvias torrenciales y pese a los frentes fríos, un sol quemante obliga al gobierno a recomendar protección contra las radiaciones malignas. ¿Desastre natural? no, desastre causado por el triunfo del contratismo sobre la humanidad y su ambiente.

No es doble moral la traída del Dalai Lama por la corruptísima Gordillo y la cobertura dada por Calderón y Televisa. Casa Tibet también contrata y especula y como el Dalai Lama está mas allá de lo terrenal, entonces no importa el patrocinio. Una moral de explotación y despotismo se oculta tras las apariencias dialogantes y pacifistas del Premio Nobel de la Paz tan merecido como el otorgado a Obama, el devastador de Irak y Afganistán, el que aplaude la invasión yanqui armada a Pakistán para destruir a sangre y fuego a Osama Bin Laden y su familia, desaparecer los cuerpos y facilitar la filmación de las ruinas. Dijo Noam Chomsky que habría que imaginar las consecuencias de la invasión de un comando armado a Estados Unidos para ejecutar a los Bush, seguramente mucho más criminales que los talibanes. La doble moral es cruel y sanguinaria y pese a sus ceremoniales hipócritas ejerce la violencia desatada por una clase mundial dispuesta a mantenerse en el poder caiga quien caiga, “haiga sido como haiga sido” según la cínica broma de Calderón. La seguridad pública tiende a desaparecer ante la urgencia de proteger la seguridad nacional yanqui apoyada por miles de bases militares desparramadas en todo el mundo y por leyes y prácticas legales e ilegales, éstas, la mayoría, de las fuerzas armadas y las policías disminuidas de los gobiernos sicarios que fingen representar a los buenos.


El último día de Salvador Allende Escrito por Fidel Castro Ruz

Testimonio de Fidel Castro:

Nosotros nos vamos a referir esencialmente al carácter de combatiente y de soldado de la revolución del presidente Allende el 11 de septiembre. A las 6 y 20 de la mañana de ese día, el presidente recibió una llamada telefónica en su residencia de Tomás Moro informándole del golpe militar en desarrollo.

De inmediato pone en estado de alerta a los hombres de su guardia personal y toma la firme decisión de trasladarse al Palacio de la Moneda para defender, desde su puesto de presidente de la república, al gobierno de la Unidad Popular. Lo acompaña una escolta de 23 hombres, armados con 23 fusiles automáticos, dos ametralladoras calibre 30 y 3 bazucas, que se traslada con el presidente en cuatro automóviles y una camioneta al Palacio Presidencial, donde llegan a las 7 y 30 de la mañana.

Portando su fusil automático, el presidente, acompañado por la escolta, penetró por la puerta principal de La Moneda. A esa hora la protección habitual de carabineros se mantenía normal en el palacio.Ya en el interior se reunió con los hombres que lo acompañaban, les informó de la gravedad de la situación y su decisión de combatir hasta la muerte defendiendo al gobierno constitucional, legítimo y popular de Chile frente al golpe fascista, analizó los efectivos disponibles y dictó las primeras instrucciones para la defensa del Palacio.

Siete miembros del Cuerpo de Investigaciones arribaron para sumarse a los defensores. Las postas de carabineros, mientras tanto, se mantenían en sus puestos y algunos adoptaban medidas para la defensa del edificio. Un pequeño grupo de la escolta personal custodia la entrada del despacho presidencial con instrucciones de no dejar pasar ningún militar armado, para evitar una traición.

En el espacio de una hora se dirige tres veces por radio al pueblo expresando su voluntad de resistir.Pasadas las 8 y 15, por los citófonos de Palacio la junta fascista conmina al presidente a la rendición y la renuncia de su cargo, ofreciéndole un transporte aéreo para abandonar el país en compañía de sus familiares y colaboradores. El presidente les responde que “como generales traidores que son no conocen a los hombres de honor” y rechaza indignado el ultimátum.El presidente sostiene en su despacho una breve reunión con varios altos oficiales del Cuerpo de Carabineros que habían acudido a Palacio, los cuales rehúsan cobardemente en aquel instante defender al gobierno.

El presidente los reprocha duramente y los despide con desprecio, conminándolos a que abandonen de inmediato el lugar. Mientras se efectuaba esta reunión con los jefes de Carabineros llegaron los tres edecanes militares; el presidente les expresa que no era momento para confiar en los uniformados y les pide que se retiren de La Moneda. No obstante, el presidente se despide con afecto del comandante Sánchez, que había sido su eficiente edecán por la Fuerza Aérea durante varios años.Minutos después de retirarse los edecanes y los altos oficiales de los Carabineros, el teniente jefe a cargo de la Guarnición de Carabineros del Palacio Presidencial, obedeciendo órdenes de su jefatura, instruye a un carabinero que recorra el edificio impartiendo la orden de retirarse a los miembros de la guarnición, los cuales comienzan de inmediato a abandonar La Moneda, llevándose parte de su armamento. Lo mismo hacen los carros blindados de Carabineros, que hasta ese instante estaban en posiciones de defensa del palacio.Un grupo de diez carabineros, acompañados del portador de la orden de retirada y cumpliendo, sin duda, instrucciones, cuando se retiraban por la escalera principal y ya próximos a la salida, vuelven sus fusiles intentando disparar contra el presidente, siendo enérgicamente ripostados por el personal de la escolta.

Son estos los primeros disparos que se cruzan con los golpistas.Mientras estos hechos ocurrían, numerosos ministros, subsecretarios, asesores, las hijas del presidente, Beatriz e Isabel, y otros militantes de la Unidad Popular, van arribando al palacio para estar junto al presidente en esas horas críticas.A las 9 y 15 de la mañana aproximadamente, se realizan las primeras descargas desde el exterior contra Palacio. Tropas fascistas de infantería, en número superior a doscientos hombres, avanzaban por las calles de Teatinos y Morandé, a ambos lados de la Plaza de la Constitución, hacia el Palacio Presidencial, disparando contra el despacho del presidente. Las fuerzas que defendían el palacio no pasaban de cuarenta hombres. El presidente ordena abrir fuego contra los atacantes y dispara él personalmente contra los fascistas, que retroceden desordenadamente con numerosas bajas.

Los fascistas introducen entonces los tanques en el combate apoyados por infantería. Un tanque avanza por la calle Moneda, otro por Teatinos, otro por Alameda con Morandé y otro en dirección de la puerta principal por la Plaza Constitución. En ese instante, desde el propio despacho del presidente se abrió fuego de bazuca contra el tanque que estaba junto a la puerta principal, que fue totalmente destruido. Otros dos tanques concentran su fuego sobre el gabinete del presidente y un carro blindado dispara sus ametralladoras hasta la Secretaría Privada y la oficina de escoltas. Varias piezas de artillería, situadas por el lado de la Plaza Constitución, disparan también contra Palacio.El presidente recorre las distintas posiciones de combate alentando y dirigiendo a los defensores. La lucha violenta se prolonga más de una hora, sin que los fascistas logren avanzar una pulgada.

A las 10 y 45 el presidente reúne en el Salón Toesca a los ministros, subsecretarios y asesores que habían acudido a Palacio para estar junto a él, y les expresa que la lucha en el futuro necesitaría de conductores y cuadros, que todos los que estaban desarmados debían abandonar La Moneda en la primera ocasión posible y todos los que tenían armas debían continuar en sus puestos de combate. Naturalmente que ninguno de los colaboradores que carecían de armas estuvo de acuerdo con esta tesis del presidente; tampoco las hijas del presidente y demás mujeres que se encontraban en La Moneda, se resignaban a abandonar el palacio.

El combate prosiguió violento. Por los citófonos de Palacio los fascistas lanzan rabiosamente nuevos ultimátums, anunciando que si los defensores no se rinden emplearían de inmediato la Fuerza Aérea.A las 11 y 45 el presidente se reúne con las hijas y restantes mujeres que en número de nueve se encontraban en el palacio, ordenándoles con toda firmeza que debían abandonar La Moneda, pues consideraba que no tenía sentido que murieran allí indefensas. Y de inmediato solicitó de los sitiadores una tregua de tres minutos para evacuar el personal femenino. Los fascistas no conceden la tregua, pero sus tropas comenzaban en esos instantes a retirarse de los alrededores de Palacio, para llevar a cabo el ataque aéreo, lo que produjo un impasse en el combate que permitió la salida de las mujeres.

A las 12 aproximadamente comienza el ataque de la aviación. Los primeros rockets cayeron en el Patio de Invierno que está en el centro de La Moneda, perforando los techos y estallando en el interior de las edificaciones. Nuevas oleadas de aviones y nuevos impactos se suceden unos tras otros, inundando de humo y de aire tóxico todo el edificio. El presidente da órdenes de recolectar todas las máscaras antigases, se interesa por la situación del parque y exhorta a los combatientes a resistir firmemente el bombardeo.El parque de los fusiles automáticos de la guardia personal del presidente se estaba agotando después de casi tres horas de combate, por lo que el presidente ordenó derribar de inmediato la puerta de la armería de la Guarnición de Carabineros del palacio, donde podía encontrarse parte del armamento de aquélla. Al impacientarse por la tardanza de la información sobre dichas armas, él mismo, cruzando el Patio de Invierno se dirigió a la armería y observando que se demoraban en derribar la puerta ordenó que se emplearan granadas de mano en la operación, lográndose abrir un boquete en el cuarto de armas, de donde extrajeron cuatro ametralladoras calibre 30 y numerosos fusiles Sik, gran cantidad de parque, máscaras antigases y cascos.

El presidente ordena que todo se lleve de inmediato a los puestos de combate y personalmente recorre los dormitorios de los carabineros, recogiendo fusiles Sik y otros armamentos que allí quedaban. El propio presidente cargó sobre sus hombros numerosas armas para reforzar los puestos de combate, exclamando: «Así se escribe la primera página de esta historia. Mi pueblo y América escribirán el resto», lo que produjo profunda emoción en todos los que lo acompañaban.Mientras el presidente transportaba pertrechos desde la armería, de nuevo se reanuda el ataque aéreo con violencia. Una explosión quebró cristales próximos al sitio donde se encontraba el presidente, lanzando fragmentos de vidrio que lo hieren por la espalda. Fue ésta la primera herida que sufrió. Mientras recibía atención médica ordenó que continuara el traslado de las armas, y no cesaba de preocuparse por la suerte de cada uno de los compañeros.Minutos después los fascistas reanudan violentamente el ataque, combinando la acción de la Fuerza Aérea con la artillería, los tanques y la infantería.

Según los testigos presenciales, el ruido, la metralla, las explosiones, el humo y el aire tóxico convirtieron al palacio en un infierno. No obstante la instrucción dada por el presidente de que se abrieran todos los grifos y llaves de agua para evitar el incendio de la planta baja, el palacio comienza a arder por el ala izquierda y las llamas se propagan hacia la Sala de los Edecanes y el Salón Rojo. Pero el presidente, que no se desalentó un solo instante, ni en los momentos más críticos, ordena hacer frente al ataque masivo con todos los medios disponibles.Tuvo lugar entonces una de las mayores proezas del presidente. Mientras el palacio estaba envuelto en llamas se arrastró bajo la metralla hasta su gabinete, frente a la Plaza Constitución, tomó personalmente una bazuca, la dirigió contra un tanque situado en la calle Morandé -que disparaba furiosamente contra Palacio- y lo puso fuera de combate con un impacto directo. Instantes después otro combatiente pone fuera de acción un tercer tanque.Los fascistas introducen nuevos carros blindados, tropas y tanques por la calle Morandé 80, intensificando el fuego por la puerta de acceso a La Moneda, mientras el palacio continuaba ardiendo. El presidente desciende a la planta baja con varios combatientes para repeler el intento de los fascistas de penetrar al interior del palacio desde la calle Morandé, rechazándolo.Los fascistas suspenden entonces el fuego en ese sector y piden a gritos dos representantes del gobierno con carácter de parlamento.

El presidente envía a Flores, secretario general de Gobierno y a Daniel Vergara, subsecretario del Interior, quienes salen por la puerta de la calle Morandé y se dirigen a un jeep militar que se encontraba enfrente. Esto tenía lugar aproximadamente a la una de la tarde. Flores y Vergara conversan con un alto oficial que se encontraba en dicho jeep. Al regresar a Palacio y ya próximo a la entrada, desde el mismo jeep les disparan a traición, recibiendo Flores un impacto en la pierna derecha y Daniel Vergara varios disparos por la espalda, que lo abatieron, siendo recogido por sus compañeros bajo el fuego protector de otros defensores.Los fascistas habían pedido el parlamento para exigir de nuevo la rendición, ofreciendo facilidades al presidente y los defensores para abandonar Palacio y dirigirse al destino que escogieran. El presidente reiteró de inmediato su decisión de combatir hasta la última gota de sangre, interpretando no sólo su deseo, sino el de todos los heroicos defensores de Palacio. Desde la planta baja resistieron las embestidas procedentes de Morandé, mientras la entrada principal de Palacio estaba ya prácticamente destruida.

Próximo a la 1 y 30, el presidente sube a inspeccionar las posiciones de la planta superior. A estas alturas numerosos defensores habían perecido por la metralla, las explosiones o calcinados por las llamas. El periodista Augusto Olivares asombró a todos por su comportamiento extraordinariamente heroico. Habiendo sido herido grave, fue atendido y operado en la sala médica de Palacio, y cuando todos lo suponían yaciendo en una cama, con el arma en la mano ocupó de nuevo su puesto de combate en el segundo piso junto al presidente. Sería prolijo enumerar aquí los nombres y los actos de heroísmo de los combatientes que allí se destacaron.Pasada la 1 y 30 los fascistas se apoderaron de la planta baja de Palacio, la defensa se organiza en la planta alta y prosigue el combate. Los fascistas tratan de irrumpir por la escalera principal. A las 2 aproximadamente logran ocupar un ángulo de la planta alta.

El presidente estaba parapetado, junto a varios de sus compañeros, en una esquina del Salón Rojo. Avanzando hacia el punto de irrupción de los fascistas recibe un balazo en el estómago que lo hace inclinarse de dolor, pero no cesa de luchar; apoyándose en un sillón continúa disparando contra los fascistas a pocos metros de distancia, hasta que un segundo impacto en el pecho lo derriba y ya moribundo es acribillado a balazos.Al ver caer al presidente, miembros de su guardia personal contraatacan enérgicamente y rechazan de nuevo a los fascistas hasta la escalera principal. Se produce entonces, en medio del combate, un gesto de insólita dignidad: tomando el cuerpo inerte del presidente lo conducen hasta su gabinete, lo sientan en la silla presidencial, le colocan su banda de presidente y lo envuelven en una bandera chilena.

Aun después de muerto su heroico presidente, los inmortales defensores del palacio resistieron durante dos horas más las salvajes acometidas fascistas. Sólo a las cuatro de la tarde, ardiendo ya durante varias horas el Palacio Presidencial, se apagó la última resistencia.

Muchos se asombrarán de lo que aquí se acaba de narrar. Y así es, sencillamente asombroso. La alta oficialidad fascista de los cuatro cuerpos armados se había levantado contra el gobierno de la Unidad Popular y sólo cuarenta hombres resistieron durante siete horas el grueso de la artillería, los tanques, la aviación y la infantería fascista. Pocas veces en la historia se escribió semejante página de heroísmo.El presidente no sólo fue valiente y firme en cumplir su palabra de morir defendiendo la causa del pueblo, sino que se creció en la hora decisiva hasta límites increíbles. La presencia de ánimo, la serenidad, el dinamismo, la capacidad de mando y el heroísmo que demostró, fueron admirables. Nunca en este continente ningún presidente protagonizó tan dramática hazaña. Muchas veces el pensamiento inerme quedó abatido por la fuerza bruta. Pero ahora puede decirse que nunca la fuerza bruta conoció semejante resistencia, realizada en el terreno militar por un hombre de ideas, cuyas armas fueron siempre la palabra y la pluma.

Salvador Allende demostró más dignidad, más honor, más valor y más heroísmo que todos los militares fascistas juntos. Su gesto de grandeza incomparable, hundió para siempre en la ignominia a Pinochet y sus cómplices.¡Así se es revolucionario!¡Así se es hombre!¡Así muere un combatiente verdadero!¡Así muere un defensor de su pueblo!¡Así muere un luchador por el socialismo!Las ultimas palabras del compañero presidente Salvador Allende:«Trabajadores de mi patria: tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo, donde la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.¡Viva Chile, viva el pueblo, vivan los trabajadores!Estas son mis últimas palabras, teniendo la certeza de que el sacrificio no será en vano. Tengo la certeza que por lo menos, habrá una sanción moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición.


Levanta plantón SME de Zócalo tras acordar con SG reinserción laboral

Deberán hallar vía de reinserción laboral para más de 16 mil 500 trabajadores en 2 meses, pactaron.

Patricia Muñoz y Fabiola Martínez

México, DF. Esta mañana los integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) levantarán el plantón que tenían instalado en el Zócalo capitalino desde marzo pasado, debido a que firmaron un acuerdo con el gobierno federal para que en dos meses se encuentre una vía de reinserción laboral para los más de 16 mil 500 trabajadores no liquidados.

El acuerdo firmado por la Secretaría de Gobernación (Segob), la jefatura del gobierno capitalino y la directiva del SME permitirá levantar el plantón indefinido esta misma mañana y dejar libre la plancha para la conmemoración del 15 de septiembre.

Los trabajadores votaron el acuerdo esta madrugada en una asamblea que se prolongó durante varias horas, luego de que ayer los electricistas sacaran un acuerdo en la mesa de negociaciones que se llevó a cabo en la Secretaría de Gobernación hasta altas horas de la noche.

Las autoridades representadas por la Secretaría de Gobernación se manifiestan dispuestos a “revisar” la reinserción laboral “en el sector eléctrico” de los trabajadores que no se han liquidado, esto es, poco más de 16 mil 500.

Además se acuerda un avance para hacer posible la toma de nota (reconocimiento oficial) a los integrantes del comité central del SME que encabeza Martín Esparza, quien en conferencia de prensa conjunta con el subsecretario de Gobierno de la Segob aseveró que el SME no se opone a la realización de las fiestas patrias.

En la negociación participaron también el jefe gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, así como el diputado Armando Ríos Piter, por la Junta de Coordinación Política del poder Legislativo.

Tras la firma se espera que a más tardar al mediodía esté despejada la Plaza de la Constitución para los preparativos de las fiestas patrias, en tanto se prepara la ronda de sesiones de la mesa de negociación en referencia, cuyos resultados, en cualquier sentido, deberán ocurrir antes del 30 de noviembre, a fin de que cualquier deliberación para la posible reinstalación de los electricistas se tome con base en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2012.

Sesionarán semanalmente

Los acuerdos firmados esta mañana por funcionarios encabezados por el secretario de Gobernación, Francisco Blake, y la dirigencia del SME precisan que ambas instancias integrarán una mesa de trabajo que sesionará semanalmente “hasta que así lo consideren las partes” para “analizar y resolver, en su caso, sobre las vías que procedan para la reinserción laboral y productiva de los miembros del SME que no se han liquidado respecto de la extinción de Luz y Fuerza del Centro, en el sector eléctrico (sic)”.

En esta mesa participarán representantes de las secretarías de Energía y de Hacienda, así como del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE).

En el punto central de este acuerdo, se incluye el “análisis y agilización de los procesos judiciales para la resolución de los casos penales de los trabajadores miembros del SME, conforme a la ley”.

Además “la revisión de temas pendientes entre el SME y las dependencias encargadas de la liquidación de Luz y Fuerza del Centro (jubilaciones, cuotas sindicales, seguro sindical, prestaciones, etcétera)”.

En el documento firmado a las ocho de la mañana de este martes, se precisa que el SME reitera su disposición al diálogo y conducirse en todas sus manifestaciones con apego a la ley”.

El documento está firmado por parte del gobierno federal por el secretario Blake, así como el nuevo titular de Energía, Jordy Herrera; José Antonio González, subsecretario de Ingresos y el titular del SAE, Sergio Hidalgo. Por parte del SME firman cinco integrantes en su comité central.

Como “coadyuvantes” suscribieron el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, y el diputado federal Armando Ríos Píter, presidente de la Junta de Coordinación Política.

Comienza retiro

Luego de los acuerdos que se alcanzaron en la madrugada de este martes, los trabajadores del SME comenzaron a desmontar las carpas y a recoger los enseres y pertenencias que los acompañaron durante seis meses.
Se prevé que más tarde, el jefe de gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, acuda a la plancha del Zócalo a atestiguar la salida del gremio.
(Con información de Bertha Teresa Ramírez)


La violencia marca el regreso a las aulas

Luis Hernández Montalvo

El calor de verano y los primeros vientos del norte levantan un polvo denso y arenoso que se pega en el frágil y sudoroso cuerpo de las maestras que se encaminan a las escuelas enclavadas en las depauperadas colonias Renacimiento y Zapata en el populoso puerto de Acapulco Guerrero.

Los niños desnutridos juegan en la calle sin pavimentar por donde corren los arroyuelos de aguas negras que hacen evidente la falta de servicios públicos. Los profesores que se encaminan a sus escuelas voltean a los lados de los caminos por donde crece la maleza y un miedo los acompaña durante los días en que deben reanudar sus labores docentes.

En sus escuelas los profesores comentan el nivel de violencia del que son testigos casi de manera cotidiana en el entorno escolar donde trabajan, las constantes balaceras, y los cadáveres a en las calles son un ingrediente que crispa los nervios a cualquiera, los secuestros y la extorsión están a la orden del día y los maestros de escuela no se libran, quienes son amenazados con levantones a cualquier hora del día, sin que hasta la fecha hayan intervenido las autoridades encargadas de garantizar la seguridad de los ciudadanos comunes.

Apenas han podido reunirse en sus escuelas y en los cursos de actualización para impulsar los cambios de la reforma a la Educación Básica y en el intercambio de testimonios y ante el desinterés de sus líderes y de la administración burocrática de la Secretaría de Educación en Guerrero, deciden organizarse los trabajadores de 170 planteles educativos para iniciar un paro de actividades que llame la atención de la opinión pública.

Y mientras en otro lugar de la República los funcionarios de la Secretaría de Educación Pública le apuestan a que su jefe valla a la pelea por la candidatura del Partido Acción Nacional a la Presidencia de la República, mientras la Presidente del Comité Ejecutivo Nacional del SNTE, trata de acomodarse en el rejuego político que garantice la prevalencia de sus intereses, en medio de un panorama incierto y amenazante, en donde se reproducen las frases retóricas por la calidad de la educación, en medio de un escenario de traiciones y reacomodos entre los partidos políticos y entre los miembros de la clase política.

Mientras los discursos ponen el acento en las reformas para la seguridad pública, los maestros de las colonias pobres de Acapulco, deciden iniciar un paro de actividades, marcando el verdadero clima con el que se inicia el ciclo escolar 2011-2012, mientras que líderes y funcionarios, en medio del estupor, guardan silencio.

Hasta ahora, la opinión pública no le ha dado la importancia debida, pero este fenómeno se puede generalizar en varias regiones del país, donde los profesores son víctimas de la violencia. Hasta bien entrado el siglo XX, las figuras de los sacerdotes y los maestros eran ampliamente reconocidos y respetados, con intervalos sangrientos, como los que se registran durante la Guerra Cristera en los años veinte y durante el periodo de la Educación Socialista, con un saldo de muertos, maestros mutilados y educadores mártires por una causa justa.
Los maestros han dejado sus aulas por la inseguridad. Más de 3 mil trabajadores de la educación no creen en las promesas de garantizar la seguridad por parte del Ayuntamiento del puerto de Acapulco y por lo menos 50 mil estudiantes dejaron de recibir clases normales.
Las escuelas públicas de las colonias pobres del puerto están abandonadas por sus maestros, el deterioro de sus edificios acentúa las tensiones, el miedo, la desconfianza y piensan que pueden ser infiltrados por los delincuentes que provocan constantes balaceras, hechos criminales, levantones y secuestros.

Las escuelas están olvidadas, primero por las administraciones priistas y ahora por las del PRD. La escuela más pobre es para los niños más pobres. Las aulas sin vidrios y los muros con grafiti dejan gruesas capas de arena en los galerones que funcionan como escuelas.
Estos maestros fueron formados para una sociedad distinta, de paz aparente, de un reconocimiento social que solo se daba en los discursos políticos el día del maestro, pero la escalada de la violencia está llegando a un nivel intolerante, que puede provocar un replanteamiento de las condiciones laborales de los educadores, no solamente de los que trabajan en las zonas suburbanas de Acapulco, sino de todo el país, en donde los maestros son vigilados en sus pasos.

Estos maestros de Acapulco están evidenciando que los líderes del SNTE y los funcionarios de la SEG, no tienen instancias de apoyo y defensoría de los profesores para atender los casos de violencia y el incremento del alcoholismo y drogadicción entre los niños y adolescentes.

Lamentablemente, estamos ante una ruptura de los niveles de convivencia de las escuelas con su entorno que se vuelve cada vez más violento e inseguro para el ejercicio de la docencia.

La impunidad de los líderes y la corrupción en todo el tejido social, están destruyendo nuestras instituciones y la convivencia futura de la sociedad, pero sobre todo, estamos destruyendo los sueños de nuestros niños y jóvenes que no logran visualizar un futuro promisorio.
Los profesores en paro, convocados en forma espontánea por el dolor y el miedo y como reacción de supervivencia ante la injusta situación de inseguridad, no comprenden el uso político de la presencia de su santidad el Dalai Lama, no para atestiguar su palabra en la conversión espiritual de los líderes del SNTE, ni mucho menos para compartir el camino del corpus filosófico del budismo, no sin provocar la reacción airada de los gobernantes chinos.

La señora Elba Esther Gordillo, después de atestiguar la presencia de su Santidad el Dalai Lama, después de provocar reacciones de repudio en amplios sectores del magisterio, tomará su avión personal y volará con rumbo a su casa en San Diego, fuertemente resguardada por seguridad privada con cargo a las cuotas de los maestros cada vez más indefensos, amenazados en casa por los mecanismos de control institucional en los procesos de formación, ingreso, permanencia y actualización profesional, tal vez la maestra decida ir a desayunar a París y luego salir de compras en las galerías de arte o sólo salir a comprar un lote de maletas para viaje, con etiqueta francesa, pero de manufactura China o mexicana.

La maestra tampoco se siente segura en su país, desconfía de su sombra, de la ambición de sus compañeros y no puede confiar, ni en las hijas, ni en sus yernos y tampoco en los nietos, todos aspirantes a sucederla en el poder casi absoluto en el control de los educadores mexicanos.

La incorporación de los maestros a las redes sociales va a provocar un cambio en la cultura de quienes hasta ahora, confiaron sus sueños y esperanza en sus líderes. En el centro comercial de Tepito, de la ciudad de México, las maestras del Centro de Desarrollo Infantil CENDI, convinieron llevar su bata de uniforme para que sean respetadas por las bandas de delincuentes que operan en esos lugares, ojalá en la zona fronteriza de México, la vida y la dignidad de los maestros sea respetada.


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