Consulta nuestro Archivo anterior

subscribete: Entradas

Apertura

http://www.forumenlinea.com/sitio/images/stories/carton/apertura.jpg


América Latina-China: sus relaciones económicas en el mundo globalizado, 1980-2010

Carlos M. Tur Donatti
INAH-UNAM

El excepcional ascenso económico de China, en la época de la globalización neoliberal, contrasta agudamente con el nuevo papel subordinado que América Latina está asumiendo en la renovada división internacional del trabajo que se ha impuesto en las últimas décadas. Mientras China nos vende una amplia gama de manufacturas y comienza a instalar sucursales bancarias, nosotros exportamos soya, minerales y energéticos, aceptando una relación comercial asimétrica que poco nos beneficia y evoca pasadas servidumbres.

Están resurgiendo relaciones de explotación-subordinación nada novedosas para nuestros países, que podemos denominar con toda propiedad neocoloniales, en la que China emerge como un creciente poder imperialista. Hace un siglo y medio, Gran Bretaña y posteriormente Estados Unidos, redujeron a nuestros países al papel de economías subordinadas hasta la gran crisis de 1929. Los cincuenta años posteriores fueron de industrialización sustitutiva y de estados interventores y benefactores en los países mayores; medio siglo que concluyó con la década pérdida de los años ochenta, desencadenada la crisis por el endeudamiento externo y la imposibilidad de afrontarlo. La salida impuesta a América Latina por el hegemónico capital financiero norteamericano y europeo parece tener hoy paradójicamente a un país en particular beneficiado, China. ¿Nos conviene la situación de estos últimos años?, ¿en qué nos beneficia sumar a nuestra dependencia una metrópoli más?, ¿cómo reaccionan ante esta nueva realidad nuestros movimientos sociales, empresas y gobiernos?. Una interrogante se impone de forma abrumadora, ¿cuáles son los caminos alternativos en defensa de nuestros intereses?

El complejo proceso histórico al que aludimos en los últimos treinta años –la época del capitalismo neoliberal y del rápido ascenso asiático- está modificando los datos fundamentales de la economía y la geopolítica mundiales. No debemos olvidar que China e India, hasta el estallido de la Revolución Industrial europea en el siglo XVIII poseían los mayores centros manufactureros mundiales y, según las estimaciones del historiador Paul Bairoch, China aportaba en 1750 el 32,8 % del total de la producción manufacturera, mientras que la contribución europea llegaba sólo al 23,2%; China e India sumaban entonces el 57,3% de la producción manufacturera mundial, y toda Asia –pero sin contar Japón- se acercaba al 70%. “La región era el líder en la elaboración de productos textiles terminados, un sector que luego se convirtió en la industria emblemática de la Revolución Industrial Europea”(1). También sabemos hoy que el subcontinente indio fue subordinado, desindustrializado y empobrecido por la agresiva penetración británica y que, a su vez, China entró en una fase depresiva en el siglo XIX, que facilitó las agresiones externas y la imposición de los intereses europeos y japoneses sobre el vasto territorio del Imperio manchú.

La revolución comunista triunfante y la proclamación de la República Popular en 1949, llevaban en su seno la coexistencia contradictoria de dos tendencias: la nacionalista pragmática y la de la transformación social campesina. La muerte de Mao Zedong en 1976 facilita el triunfo de la línea nacionalista pragmática y, con el liderazgo de Deng Xiao Ping, comienza una cautelosa apertura económica. Son conocidos los resultados excepcionales de esta política de apertura económica orientada a las exportaciones masivas. Se trata en realidad de una restauración-ampliación del capitalismo, con firme conducción estatal e inversiones de los países centrales y de la diáspora china. Las perspectivas de insertarse en un mercado de 1,300 millones de futuros consumidores, que provee de una disciplinada y frugal mano de obra, ha inducido a las mayores empresas transnacionales a convertir a China en el taller del mundo. Hoy el PNB del país asiático ha superado a Japón, hasta fechas recientes segundo en el ranking mundial después de Estados Unidos, habiendo rebasado antes a Alemania, corazón industrial y exportador de la Unión Europea. Esta vastísima reconfiguración del capitalismo mundial, que tiene como eje una relación privilegiada entre Estados Unidos y China, ¿cómo está afectando a las economías, sociedades y política de nuestros países?.

Habría que comenzar constatando que en un primer momento el rápido y constante crecimiento chino despertó en América Latina un notorio interés y una acentuada simpatía: un gran país de la periferia podía crecer, reducir la pobreza y guardar un alto grado de autonomía nacional. Es sabido que China ha seguido la estela de la modernización capitalista que inauguró la revolución Meiji japonesa y fue seguida con particular éxito en la segunda mitad del siglo XX por Corea del Sur, Taiwán, Hong Kong y Singapur. La República Popular y su periferia étnica parecían convertirse no sólo en ejemplos para América Latina, sino también en futuros aliados económicos y geopolíticos. Pero la evolución de los hechos en esta primera década del nuevo siglo, parece desmentir nuestro ingenuo interés y simpatía.

No perdiendo de vista la diversidad de situaciones en las distintas regiones latinoamericanas, podemos comprobar que el interés chino se centra en la adquisición de materias primas agrarias, mineras y energéticas y en la venta de manufacturas de todo tipo, incluyendo algunas líneas de sofisticado contenido tecnológico. Esta acrecida demanda incluye productos ya tradicionales cuya explotación se está intensificando y otros de reciente y vertiginosa expansión de la mano de empresarios locales y de transnacionales norteamericanas y europeas. Las ventas de minerales (hierro brasileño y peruano, cobre chileno) tienden a apoyarse en grandes proyectos a cielo abierto que, por sus daños colaterales (alto consumo de agua, contaminación de terrenos y ríos, ocupación de tierras campesinas) despiertan resistencias masivas y la militancia combativa de movimientos sociales en Ecuador, Perú y Argentina.

La adopción de la estrategia extractiva-exportadora por los gobiernos sudamericanos está provocando grandes y regresivas modificaciones en el sector rural y agroindustrial. Desde el extremo sur pampeano en Argentina hasta la frontera brasileña con Venezuela, se extiende la “República Unida de la Soya”, según la publicidad de la empresa suiza Syngenta, competidora de la poderosa firma norteamericana Monsanto en la provisión del paquete tecnológico de la soya transgénica. Los diversos ecosistemas (pampas, bosques subtropicales, sabanas, selvas húmedas) sufren el asalto de este monocultivo volcado masivamente a la exportación hacia China, India y Europa. En Brasil se afirma que las hamburgueserías europeas de Mc Donalds están devorando a la selva amazónica y, por otro lado, es conocida la afición de la cocina china por los derivados de esta oleaginosa.

Los altos precios en el mercado mundial en los últimos años, provocados en buena medida por las crecientes necesidades alimentarias chinas, están barriendo con otros cultivos tradicionales (trigo, maíz, girasol), la porcicultura y la ganadería de leche y carne, y un amplio abanico de productores pequeños y medianos en vastas regiones de América del Sur, contribuyendo al despoblamiento del campo y provocando una emigración masiva a los barrios marginales urbanos.(2)

Este proceso de primarización de las economías latinoamericanas y el aumento de precios de los alimentos en el mercado mundial antes de la crisis desatada en 2008, ha llevado a los países asiáticos con insuficientes tierras de cultivo a rentar o comprar grandes extensiones en países periféricos para asegurar el abastecimiento de sus poblaciones. A Brasil, por ejemplo, tanto Irán como China le han propuesto comprar grandes extensiones, y el gobierno de Lula ha respondido que esas operaciones no condicen con su modelo de desarrollo y les ha ofrecido venderles los productos que necesiten.

La mencionada orientación extractiva-exportadora y la creciente demanda asiática están apresurando la construcción de grandes obras de infraestructura (carreteras, hidroeléctricas, oleoductos, puertos), para agilizar el transporte terrestre y la expedición marítima de los crecientes volúmenes de soya, minerales y energéticos. Estas grandes obras de infraestructura y la apertura de nuevas fronteras productivas en el corazón geográfico de América del Sur, están expulsando de sus tierras al campesinado y a los pueblos originarios e imponiendo una reconcentración de la propiedad territorial en manos de poderosas empresas soyeras y ganaderas brasileñas, argentinas, paraguayas y uruguayas. La rápida expansión de estas actividades productivas está invadiendo bosques subtropicales en Argentina y la sabana central brasileña, arrasando a los más diferentes ecosistemas e introduciendo una notoria inclinación en el mapa geoeconómico hacia los puertos del océano Pacífico.

Si para Chile, Perú y Argentina la significación de China como país importador es clave, no ocurre algo similar con América Central –con la excepción de Costa Rica- ni con México, que en el año de 2009 destinó menos del 1% al país asiático de sus ventas totales al exterior. En esta región septentrional de América Latina, la incidencia del crecimiento chino se manifiesta de otras formas; en las maquiladoras de la frontera norte mexicana y en Guadalajara, centro de la industria electrónica de exportación, la competencia china ha provocado la migración de plantas de ensamblaje al país asiático, despidos masivos de personal y disminución de salarios. Además, según cifras del Departamento de Comercio estadounidense, en 2002-2003, México perdió cuotas de mercado en trece de sus principales industrias de exportación, casi siempre a manos chinas. Una de las claves de este desplazamiento, lo explica así Ted C. Fishman: “Los trabajadores de las maquilas mexicanas ganan, en promedio, cuatro veces más que los de las chinas, pero sólo la séptima parte de lo que ganan los trabajadores de fábricas estadounidenses. Mientras el sector manufacturero de México caía en picada, el de China subía como la espuma”, y concluía: “cuando las fábricas mexicanas se van a China, los mexicanos se marchan a Estados Unidos”.(3)

Todo esto es muy conocido y ha causado escándalos en los últimos años, pero no es sólo México el desplazado. A la mayor economía latinoamericana, la brasileña, no le va mejor en el mercado de Estados Unidos: entre 2000 y 2008 la participación del país sudamericano creció del 1,1% al 1,4% y, en contraste, la china pasó de 8,3% a 16,7% del total de las compras norteamericanas. Las ventas del país asiático han desplazado a las brasileñas, según el Observatorio Económico de la red Mercosur, en cuatro sectores: 1. productos químicos, 2. máquinas y equipos, 3. metales y 4. textiles y ropa.

Como se puede observar, a los países mayores y de estructura económica más compleja, la competencia china resulta más dañina. Brasil, como conspicuo integrante del BRIC (Brasil, Rusia, India y China) está armando una asociación estratégica con China. Este país, por ejemplo, apoya la incorporación de Brasil al Consejo de Seguridad de la ONU, pero en el terreno económico las expectativas chinas se orientan a las compras masivas de mineral de hierro, acero y soya y en el futuro de etanol derivado de la caña de azúcar y de petróleo de los yacimientos en aguas profundas descubiertos recientemente.

Brasil y China además han avanzado conjuntamente en la utilización de satélites de comunicación y en la asociación de sus respectivas industrias aeronáuticas, y se habla de la radicación de una planta automotriz, similar a otra recientemente inaugurada en Uruguay de capitales chinos y argentinos. Brasil, sin duda, el país clave para la penetración china en América Latina, es el territorio escogido para un reciente emprendimiento estratégico: la instalación de una red de sucursales del Banco de China. Las declaraciones de sus funcionarios no dejan dudas sobre la importancia que asignan a esta iniciativa, teniendo en cuenta, además, el reciente pronóstico publicado por la CEPAL: “China será el segundo mercado para la región a mediados de la próxima década…”. La Unión Europea sería sustituida por China como destino de las ventas latinoamericanas en 2015, mientras que las exportaciones a Estados Unidos caerían de 38,6% en 2009 a 28,4% en 2020 y las latinoamericanas dirigidas a China ascenderían de 7,6% en 2009 a 19,3% en 2020 del total de las exportaciones de nuestro subcontinente.

En cuanto a las importaciones de nuestros países se prevé una evolución similar pero más acentuada: para 2020 China superaría a la Unión Europea y a Estados Unidos como origen de las compras latinoamericanas. Este aumento se concentrará sobre todo en los mismos bienes de capital e intermedios que ya tienen alta presencia en nuestros países: productos electrónicos, piezas y partes, maquinarias y textiles. El caso extremo actual de adquisiciones al país asiático lo presenta Paraguay con 27%, Chile y Argentina le venden un 11% cada uno y les siguen Brasil, México y Colombia.(4) Resulta sugestivo comprobar que dicho país mediterráneo siendo miembro del Mercosur compre más a China que a Brasil y Argentina sumados. Se impone la pregunta, teniendo en cuenta los antecedentes de Asunción ¿qué porcentaje de estas importaciones ingresan como contrabando a los países vecinos?, ¿qué porcentaje de estas importaciones son productos piratas que se venden a precios irresistibles?.
Ayuda a su impetuoso crecimiento económico y es una derivación de su excepcional dinamismo, que China se haya convertido en “el centro de un negocio mundial de mercancías falsas que mueve 250 mil millones de dólares”. Claro que desde América Latina no tenemos mucha autoridad moral para asombrarnos de este sistemático saqueo a la propiedad intelectual, y menos aún para sumarnos a la escandalosa hipocresía de los países centrales, que antes (y siguen hoy) saquearon sistemáticamente a la periferia, incluida China. El país asiático les está aplicando a ellos un colonialismo a la inversa; lo que debe preocuparnos es que a nosotros también nos están aplicando el mismo tratamiento, y que los estados latinoamericanos se muestran impotentes para contener este aluvión de mercancías de todo tipo y calidad.

El surgimiento de China como una reciente potencia imperialista en acelerado proceso de industrialización y expansión mundial, se manifiesta no sólo en la relación asimétrica que establece con América Latina en el ámbito comercial, sino que en los últimos años suma a la mencionada instalación de sucursales bancarias, la compra o asociación con empresas mineras, petroleras y gaseras.

En casi todos los países de América del Sur, con energéticos de un tipo u otro, están involucradas empresas chinas: en la riquísima Faja del Orinoco venezolano y en los prometedores yacimientos brasileños en aguas profundas descubiertos por Petrobrás; con PDVSA, tienen convenios de asociación, pero en el caso argentino comprarían parte de la española Repsol-YPF, que dio el salto a las grandes ligas adquiriendo la petrolera estatal a precio de ganga, incluyendo el precio público y los suculentos sobornos al equipo menemista-peronista gobernante. Hay que sumar a estos tres países inversiones y convenios en Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia. El interés por otros insumos estratégicos ha llevado a una empresa china a comprar un gran yacimiento de hierro en la sierra norte peruana, en cuya explotación la mencionada firma paga los salarios más bajos del gremio. Por si faltara una dimensión clave en su expansión imperialista –que evoca reiteradamente la época del imperio británico anterior a 1914- el gobierno chino ha autorizado en los últimos años a sus empresas privadas y estatales a invertir en el exterior; inversiones hasta ahora de poco monto, comparadas con las norteamericanas y europeas en América Latina.(5)

En ocasión de la gira del presidente Hu Jintao en 2004 por cinco países latinoamericanos (Brasil, Argentina, Chile, Venezuela y Cuba), la prensa especulaba con un monto de cien mil millones de dólares en futuras inversiones. Estos cálculos alegres expresaban más la ansiedad por encontrar fuentes alternativas de financiamiento que los suscitados por la existencia de proyectos concretos y real voluntad política de apoyarlos por parte de Pekín. En Cuba se habló de invertir 1500 millones de dólares para reactivar la minería del níquel y Fidel Castro expresó su apoyo a la iniciativa. Pero en el otro extremo de América Latina, en Buenos Aires, un exultante presidente Néstor Kirchner anunció inversiones chinas en ferrocarriles, minería y obras de infraestructura por 20 mil millones de dólares… que hasta hoy esperan concretarse. Según la oposición de derecha, el gobierno argentino fue víctima de un auténtico “cuento chino” y, lamentablemente, parece tener razón. ¿Qué objetivos buscaba con esta gira el presidente chino? Obviamente estrechar compromisos en algunos rubros exportables y mostrar la crecida estatura internacional de su país. Además, obtener el reconocimiento por parte de nuestros países en la Organización Internacional de Comercio de que China tenía una “economía de mercado”, lo que mucho la beneficia al dificultar los numerosos litigios por dumping que enfrenta ante dicha organización reguladora. (6)

En estos primeros años del nuevo siglo y, en particular, después de la visita del presidente Hu Jintao, las ventas chinas a Argentina y Brasil se incrementaron notoriamente y Buenos Aires se vio obligado a establecer cuotas de importación en defensa de los productores locales. Algo similar estaba ocurriendo en Brasil, al punto que Celso Amorim, ministro de Relaciones Exteriores, manifestó públicamente la molestia de su gobierno por esta situación, a pesar de las buenas relaciones en general con Pekín. Esta permanente presión comercial también se hace notar en México; notas recientes en la prensa nacional registran el apuro en que se encuentran los productores poblanos de nopal por las importaciones chinas. Un aspecto novedoso del interés chino por México lo comentaba a la prensa el director del Instituto Nacional de Investigaciones Genómicas: en el país asiático se está investigando el genoma de tradicionales cultivos mexicanos, con equipos de centenares de especialistas y, según la fuente mencionada, en el futuro habría que pagar regalías por su consumo…

En conclusión, las relaciones de América Latina con China muestran otros ámbitos que en este texto no hemos tocado: la creciente migración china hacia nuestros países (en Buenos Aires han surgido dos barrios de dicha nacionalidad en los últimos 20 años, con una sucursal de la poderosa mafia K-14 que participa en el tráfico de personas, el narcotráfico y la extorsión a comerciantes de su comunidad y, además, una creciente influencia cultural que se registra en las principales ciudades latinoamericanas (enseñanza del chino-mandarín, fiestas en torno al año nuevo lunar, proliferación de restaurantes). Menos aún hemos tocado las implicaciones geopolíticas que el ascenso de China (y más en general de Asia) está introduciendo en el juego de fuerzas mundiales, del paso de la hegemonía occidental al policentrismo, en un inédito panorama en que destacan los dinámicos integrantes del BRIC. Sólo cabría enfatizar que China, como nueva potencia imperialista, sigue una política férreamente dictada por su interés nacional, y para la que América Latina sólo figura en el cuarto lugar de sus prioridades después de Estados Unidos, Asia y África. Su ascenso económico pacífico y la estrecha interrelación con Estados Unidos la induce a no plantear desafíos políticos significativos a Washington en América Latina.(7)

Quizás la lección que mejor podemos aprovechar en esta coyuntura mundial, es la de avanzar apoyándonos con un pie en el mercado interno y otro en las ventas exteriores, sabiendo que la ideología neoliberal es un producto de exportación de los países centrales que ellos mismos no siguen en todos sus postulados, y explorar caminos alternativos, como en distintas formas lo hacen hoy Lula, Chávez, Cristina Fernández y Evo Morales, y podamos armar en el futuro un BRIC con iniciales exclusivamente latinoamericanas.

NOTAS

Atlas II de Le Monde Diplomatique, Buenos Aires, 2006, p. 159.
Ana Lucía Bravo et. al., Los señores de las soja. La agricultura transgénica en América Latina; Buenos Aires, CICCUS-CLACSO, 2010, p. 123.
Ted C. Fishman, China S.A. Cómo la nueva potencia industrial desafía al mundo¸ Barcelona, Debate, 2006, pp. 214-5.
CEPAL, China será el segundo mercado para la región, Santiago de Chile, abril 2010.
“La Nación”, Buenos Aires, 20 de abril de 2010.
Gustavo A. Cardozo, “China puede decir no: interacciones con Argentina; Buenos Aires, Centro Argentino de Estudios Internacionales, 2006.
Luciana Torchiaro, Taller Internacional de Debates China y América Latina (resumen)¸ Buenos Aires, “Nueva Sociedad” y Friedrich Ebert Stiftung, 2006.

Carlos M. Tur Donatti,
Es historiador especializado en América Latina Contemporánea, investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia y docente en la Facultad de Filosofia y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México. Ha publicado en Argentina sobre historia política (biografía del general Julio A. Roca), regional (historia de la Provincia de Santa Fe) y agraria (colonización de la pampa húmeda) en la editorial Biblioteca Vigil de Rosario y el Centro Editor de América Latina de Buenos Aires. Ha colaborado en revistas académicas mexicanas, peruanas, argentinas y de los países centroamericanos. El INAH ha publicado su libro La utopía del regreso. La cultura del nacionalismo hispanista en América Latina y Eurocriollismo, globalización e historiografía en América Latina (en coautoría con Hernán Taboada) en el Centro de Investigaciones de América Latina y el Caribe de la UNAM. Ha sido analista de Notimex sobre la coyuntura política latinoamericana y colaborado en Le Monde Diplomatique (edición mexicana), el portal español La Insignia y la Red Voltaire francesa.


Monografías de Veracruz, Guerrero y Durango

Reseñas

EN MÉXICO, DURANTE las últimas décadas han proliferado las monografías de los estados de la República, y, en el caso de algunas entidades federativas, como Veracruz y el estado de México, las monografías de municipios y algunas ciudades importantes. Abundan también los diccionarios de historia, biografía y geografía de la mayoría de los estados y los diccionarios enciclopédicos del Distrito Federal, Guerrero y otras entidades. En los estados de mayor desarrollo, ham empezado a aparecer los llamativos libros intitulados Quién es quién en Monterrey, Quién es quién en el estado de México y de otras entidades federativas. De las monografías estatales aparecidas ya hace algunos lustros, se transcriben las reseñas de tres de ellas: Veracruz, Guerrero y Durango.

1. Veracruz: sociedad, economía, política y cultura

Gerardo Peláez Ramos

BAJO LA COORDINACIÓN de Pablo González Casanova y Jorge Cadena Roa, están ya en circulación varios volúmenes de la Biblioteca de las Entidades Federativas que han sido elaborados por equipos interdisciplinarios de toda la República. La investigación ha sido realizada de 1985 a 1988, bajo los auspicios de la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad de las Naciones Unidas. La serie lleva el sello del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias de la UNAM. Dada la importancia del estado de Veracruz, la reseña de la colección da inicio con Veracruz: sociedad, economía, política y cultura, de Héctor Amezcua Cardiel.

En el capítulo 1, “Para entender a Veracruz”, al señalar los aspectos fundamentales en la acumulación de capital se informa que esta entidad cuenta con el mayor hato ganadero del país, aunque es principalmente extensivo en su cría.

El autor plantea: “El proceso de acumulación de capital en Veracruz ha carecido de un solo núcleo de concentración industrial, a diferencia de otras entidades como Guadalajara, Monterrey, la ciudad de Puebla, por citar algunas de las más industrializadas del país. En cierta semejanza con el estado de México, tiene múltiples centros industriales y urbanos, pero a diferencia del mismo, en Veracruz existen polos de desarrollo especializados en alguna actividad económica”. (p. 17)

De acuerdo con Amezcua Cardiel, no obstante el desarrollo industrial y agropecuario del rico estado costero, en el norte veracruzano la marginación alcanza un índice que se extiende sobre 10 municipios, y el 30 por ciento de los mismos registra alta marginación; en el centro, 40 por ciento de los municipios tiene alto índice de marginación, y el 20 por ciento se ubica en el rango de crítico; y en el sur, 36 por ciento está en índice alto, aunque predomina el nivel medio de marginación.

Veracruz es un estado muy importante: tiene una población de 6.3 millones de habitantes, es decir, sólo es superado por el Distrito Federal y el estado de México. Las inversiones en la industria petrolera son colosales, y ocupa el tercer lugar en la producción de petróleo crudo y minería; el cuarto, en gas natural, electricidad y construcción; el quinto en manufactura; el primero en fruticultura, barbasco, ostión, jaiba y langostino, y cuenta con la segunda zona productora de café.

En el capítulo II, “La cultura política en Veracruz”, se hace referencia a este fenómeno entre los campesinos, los obreros y los empresarios y clases medias.

Según el autor, se mantienen en la memoria colectiva las experiencias campesinas de los años 20 y 30. En la actualidad, las expresiones del comunalismo se desarrollan por medio de organizaciones como la Unión de Todos los Pueblos Pobres, la Unión de los Cuatrocientos Pueblos, la Organización Independiente de los Pueblos Unidos de las Huastecas, los Campesinos Unidos de la Sierra Oriental y la Unión de Comuneros Emiliano Zapata.

Para Héctor Amezcua Cardiel: “…Ferrocarrileros, portuarios, marineros y artesanos del puerto de Veracruz fueron los primeros que se organizaron en el país, primero en sociedades mutualistas y después en sindicatos…” (pp. 34-35)

Entre los grandes propietarios agrarios, ganaderos y caciques predomina la cultura política del caciquismo.
En una apretada síntesis, el estudio señala cómo se relacionan las culturas políticas en Veracruz: “aún más, entre ellas mismas se interactúan, influyen y acercan en un mismo espacio social: en las zonas rurales, el caciquismo se entrevera con el comunalismo y los restos del agrarismo, ya sea tejedista o cardenista, y ambas con el aparato cultural priista que las opaca o estimula; en las urbanas, cierto liberalismo republicano se empalma con el regionalismo tanto como con el priísmo dominante; y en las zonas industriales tradicionales y para la clase obrera, los restos de tradiciones de lucha cromista, croquista, nacionalista-revolucionaria, conviven con estilos corporativistas de profunda fuerza, por dar un ejemplo”. (pp. 45-46)

En estos dos primeros capítulos, la obra está apoyada en textos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, el gobierno del estado, el IEPES del PRI, la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos y autores como Romana Falcón, Salamini Heather Fowler, Olivia Domínguez Pérez, Alba Manrique G. y Bernardo García Díaz.
***Héctor Amezcua Cardiel, Veracruz: sociedad, economía, política y cultura, México, UNAM, 1990, 160 pp.
El Sol en la política, núm. 40, 7-I-92

2. Guerrero: sociedad, economía, política y cultura

Gerardo Peláez Ramos

EN LA IMPORTANTE serie Biblioteca de las Entidades Federativas, que coordinan Pablo González Casanova y Jorge Cadena Roa, ya han aparecido los libros concernientes a Veracruz, Michoacán, Zacatecas, Sonora, Baja California Sur y Guerrero. El correspondiente a este último se debe a la pluma de la estudiosa Alba Teresa Estrada Castañón, quien, por cierto, escribió su tesis profesional sobre el gran movimiento social de 1960 que echó abajo al gobierno despótico del general Raúl Caballero Aburto y dio inicio a la primera impugnación de masas del cacicazgo sureño.

El texto se divide en los siguientes capítulos: “Para entender a Guerrero”, “El peso de la historia”, “Relaciones de poder y cultura política”, “Elementos del poder: el poder institucionalizado”, “Los actores sociales”, “Procesos electorales y partidos políticos” y “El sistema político en movimiento”.

La autora periodiza la historia política de Guerrero así: Primer período (1849-1924): la era de los caciques-caudillos; Segundo período (1924-1959): ascenso del centralismo y reestructuración del poder local, y Tercer período (1960-1978): crisis de legitimidad y reforma política.
El estado que desgobierna Rubén Figueroa Alcocer es un estado atrasado. Señala la investigadora: “…Para 1990 el porcentaje de la PEA agrícola había disminuido al 36.4%, que situaba a Guerrero en el noveno lugar en fuerza de trabajo ocupada en labores primarias, mientras que la PEA del sector terciario representaba ya el 42.6% del total de la PEA. Como reflejo de su escasa industrialización, la PEA del sector secundario (industria, construcción y electricidad) ha tenido pocas variaciones; en 1950, representaba el 7.9% de la PEA; en 1980, el 8.4%, y en 1990, el 16.9%, sólo por encima de Oaxaca, Quintana Roo y Chiapas”. (p. 14)

Como es sabido, la principal actividad generadora de divisas en Guerrero es el turismo, que tiene como centros fundamentales a Acapulco, Ixtapa-Zihuatanejo y Taxco.

Conforme a la autora, los rasgos centrales de la cultura política en Guerrero son el centralismo, el caciquismo, el caudillismo, el autoritarismo, el regionalismo y la violencia. A líderes sindicales, agrarios y políticos del PRI, como Filiberto Vigueras Lázaro (ya fallecido), Nabor Ojeda, Antonio Jaimes, Netzahualcóyotl de la Vega y Rubén Figueroa junior, los considera como expresiones del ejercicio caciquil del poder.

Alba Teresa plantea una tesis interesante: la frecuente caída de gobernadores en Guerrero no refleja su carácter ingobernable, sino el centralismo político más flagrante y la violación más frecuente de su soberanía.

En el libro se abordan temas de gran interés: el rol de los empresarios y grupos de poder, la Iglesia, los movimientos sociales, los medios de comunicación, la Universidad Autónoma de Guerrero, la evolución electoral y el Partido de la Revolución Democrática en Guerrero. Sin embargo, la autora no comprende correctamente la situación actual y las tendencias más probables de las organizaciones campesinas y el movimiento urbano-popular, que, sin duda, viven una etapa de ascenso y de mayor peso en la vida social de la entidad.
La obra incluye una bibliografía extensa, entre cuyos autores se hallan Mario Martínez Rescalvo, Jorge Obregón Téllez, Álvaro López Miramontes, Max Arturo López Hernández, Mario García Cerros, Gerardo Peláez Ramos y Octaviano Santiago Dionisio.
Para los interesados en el sistema político mexicano, el libro reseñado es de lectura obligada.

***Alba Teresa Estrada Castañón, Guerrero: sociedad, economía, política y cultura, México, UNAM, 1994.

3. Durango. Monografía estatal

Gerardo Peláez Ramos

EL CEPES DEL PRI publicó en 1987 el pequeño libro Durango. Monografía estatal, que contiene los siguientes capítulos: Marco histórico, Aspectos geográficos, Marco sectorial, Población y Estructura administrativa y constitucional, además de apéndices estadísticos que incluyen indicadores físicos, demográficos, sociales, económicos y macro-económicos.

El marco histórico es muy reducido y viene acompañado de unas reseñas biográficas de hombres y mujeres ilustres , entre quienes sobresalen Guadalupe Victoria, Francisco Zarco, Francisco Villa, Alberto Terrones Benítez y Silvestre Revueltas.
Por su extensión territorial, Durango ocupa el cuarto lugar nacional; posee tres de los cuatro grupos de climas existentes en el país; tiene siete regiones hidrológicas, cuatro provinias fisiográficas y se dan en él 15 de las 25 unidades de suelo que hay en México.
De acuerdo con el texto: “La superficie agrícola del estado es de 1 millón 209 mil 128 hectáreas de las cuales se explotan solamente 147 mil 071 bajo condiciones de riego y 495 mil 682 hectáreas de temporal”. (p. 32)

Poco después, agrega: “…la agricultura tecnificada… aporta el 60% del valor total… de ahí que la superficie de riego aunque ocupe una superficie mínima su volumen sea alto…” (p. 33)

La agricultura tradicional tiene bajos rendimientos, según la obra, por falta de mecanización, escasez en el uso de semillas mejoradas, inseguridad en la tenencia de la tierra y la proliferación de minifundios.

Los bajos precios de garantía de los productos agrícolas, son un factor que limita la producción ya que no hay correspondencia con los costos reales.
Por la exportación de ganado bovino en pie, en 1986 Durango ocupó el segundo lugar nacional.

Resalta la actividad forestal en 1987. Durango se colocó en primer lugar en la producción de madera en rollo. Sin embargo, hay un manejo inadecuado del bosque, ausencia de reforestación, disminución de potencial silvícola y aumento del deterioro en el equilibrio ecológico. La silvicultura, cabe destacar, es el subsector de más rápido crecimiento en la entidad, y sus índices de incremento productivo son de los más altos en la República.

Muchas organizaciones campesinas son de membrete y existe corrupción en los dirigentes y sus bases.
El estado ha observado un despegue de la pesca, que se desarrolla principalmente en las presas pues Durango es mediterráneo.
La entidad cuenta con dos polos de desarrollo industrial: el municipio de Durango y la región lagunera, con producción centralmente de alimentos, ropa y productos federales.

Durango es un estado minero en el que se explota oro, plata, plomo, cobre, zinc, fierro y otros minerales, aunque la actividad minera se ve trabada por la falta de vías de comunicación y de servicios básicos.
El parque industrial lagunero es señalado en el libro como ejemplar, además de contar con el apoyo gubernamental, con positivas relaciones obrero-patronales y con una iniciativa privada dinámica.

La entidad cuenta con cinco plantas generadoras de energía eléctrica, que dan servicio al 84 por ciento de la población.
El turismo no ocupa un papel importante en la economía del estado, no obstante los recursos naturales de éste.

El transporte público de pasajeros, en Durango, Gómez Palacio y Lerdo no ha evolucionado como debiera y la situación de la red carretera es preocupante, ya que el 10 por ciento tiene más de 20 años y carece de una adecuada conservación y mantenimiento. Los ferrocarriles están rezagados. Los servicios de teléfonos, telégrafos y correos están por encima de la media nacional, mas no satisfacen las necesidades de la población.

En 1986, se estimaba que Durango tenía una población de 1 millón 347 mil personas con una densidad de 10 habitantes por kilómetro cuadrado.
La población económicamente activa en 1980 fue de 357 mil 163 personas, distribuidas así: “en la agricultura, ganadería y caza 30.9%, en explotación de minas y canteras 0.92%, en la industria manufacturera 7.6%, en electricidad, gas y agua 0.25%, en construcción 4.7%, en comercio por mayor y por menor 7.2%, en transporte y almacenamiento 3.5%, en establecimientos financieros 1.0%, en servicios comunales 10.9%, en otras no especificadas 32.2% y desocupados 0.7%”. (p. 76)

Durango tiene 457 mil 299 alumnos de todos los niveles, 9 mil 909 maestros de primaria, tres institutos tecnológicos, una Escuela Superior de Agricultura y Zootecnia, una universidad y cuatro escuelas normales.

El 9.2% de la población carece de los servicios de salud mínimos indispensables y la entidad cuenta con mil 548 médicos.
Hay escasez de viviendas, en especial en Durango y Gómez Palacio.

Queda asentado en el texto: “…en relación al peso y talla de los niños existe desnutrición en primer grado 48.3%; desnutrición segundo grado 9.2% y desnutrición tercer grado 1.1%…

“Respecto al grupo de madres embarazadas y en período de lactancia, consideradas éstas dentro de un rango de 15 a 40 años se ha detectado que el 40% del total presenta algún grado de desnutrición”. (p. 98)

La patronal duranguense está agrupada en tres cámaras: Cámara Nacional de Comercio, Cámara Nacional de la Industria de Transformación y Confederación Patronal de la República Mexicana, dos asociaciones industriales: de mineros y forestales, y dos uniones: la de ganaderos y la de madereros. La mayoría de la clase obrera se halla afiliada a la Confederación de Trabajadores de México y a la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos, así como a sindicatos independientes.

Seguramente, aunque no lo dice la obra, una buena parte de los trabajadores debe agruparse en la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado y en sindicatos nacionales de industria no confederados, aunque sí afiliados al Congreso del Trabajo.
Los grupos marginados están constituidos por los habitantes de las zonas áridas, los indígenas y los pobladores de Las Quebradas.
La monografía no es una apología de la política gubernamental y aporta datos sumamente útiles para la mejor comprensión de la realidad de Durango, para la investigación y para la toma de decisiones. Su lectura es útil.

***CEPES PRI, Durango. Monografía estatal, Durango, diciembre de 1987, 148 pp.
El Sol en la política, núm. 39, 31-XII-91


Bush, Aznar y Uribe:

las “vacaciones” contra la reelección presidencial de Hugo Chávez

Anibal Garzón Baeza

La familia Bush, Aznar, Uribe, y el ex-primero ministro de Canadá, Brian Mulroney, se reunieron en la República Dominicana, invitados por el empresario venezolano Gustavo Cisneros, para preparar acciones contra la victoria y reelección de Hugo Chávez en las elecciones presidenciales de 2012.

Varios fenómenos políticos importantes han sido ocultados debido a acciones anecdóticas que sucedieron. Los medios de comunicación en lugar de explicar la trascendencia política que había centraron la noticia al toque humorístico, generando así una estrategia de desinformación.

El 12 de junio de 2001, George Bush hijo como Presidente de los Estados Unidos viajó por primera vez a Madrid a reunirse con el Presidente español José María Aznar. Los medios en lugar de acentuar la noticia sobre el peligro del fortalecimiento de las relaciones entre la derecha española del Partido Popular (PP) y la derecha norteamericana del Partido Republicano, hecho que recordaba la reunión del dictador fascista Franco y el Presidente republicano Dwight Eisenhower en 1959, dio como núcleo de la noticia que Bush nombrara al Presidente español “Ansar”. Otra risa internacional fue cuando Aznar, en una rueda de prensa con Bush en el estado de Texas en 2003, dijo con acento mexicano “Estamos trabajando en ello….” [1].

La anécdota volvió a ganar como crónica principal por encima del peligro del estado español de seguir las injerencias bélicas de los Estados Unidos. Y por último, el humor político continuó cuando el hermano del Presidente de los Estados Unidos, el gobernador de Florida Jeb Bush, de visita diplomática al estado monárquico español dijo que agradecía el apoyo del “Presidente de la República Española” [2], en referencia a Aznar. Finalmente las relaciones entre Bush y Aznar dejaron de ser una nube de humor, y el respaldo del estado español a los Estados Unidos en la Invasión de Irak generó el atentado terrorista islámico de Al Qaeda en la estación ferroviaria de Atocha en Madrid el 11 de marzo del 2004, provocando 198 muertos.

Injerencias de Bush y Aznar

Bush y Aznar no solamente trabajaron juntos sobre la beligerancia en Oriente Medio, también participaron conjuntamente con injerencia contra los gobiernos progresistas de América Latina en defensa del mercado neoliberal y de los intereses de las multinacionales españolas y norteamericanas, principales expoliadoras en la región latinoamericana. Además, buscaron socios de la derecha de América Latina como el Presidente mexicano Vicente Fox o Álvaro Uribe en Colombia.

Aznar ganó las elecciones generales de marzo de 1996 recibiendo el PP dinero para su campaña electoral por parte de la Fundación Nacional Cubana Americana (FCNA) presidida por el anticastrista Jorge Mas Canosa, sujeto vinculado al servicio secreto de inteligencia de los Estados Unidos (CIA). Aznar desde un primer momento, a finales de 1995, ya se posicionó contra Cuba en los seminarios organizados por el Think Tank del PP, la Fundación por el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), con presencia de anticastristas como Carlos Alberto Montaner o el premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa.

Denominado nuevo Presidente del Gobierno español, Aznar empezó la propaganda contra Cuba como la isla que “viola” los Derechos Humanos, las libertades y la democracia [3]. En diciembre de 1996 Aznar propuso a la Unión Europea aprobar la “Posición Común”, donde los 15 países anularían la cooperación con Cuba, finalizarían los acuerdos empresariales y cerrarían los créditos que Cuba recibía de Europa en el momento económicamente más crítico que vivía la isla tras la caída del bloque soviético en 1991.

Así, con la estrategia del PP, relacionados con la mafia anticastrista de Miami que estaba vinculada mayoritariamente con el Partido Republicano de los Estados Unidos, Europa aprobó un nuevo tipo de bloqueo económico a Cuba como el que sufría la isla por parte de los Estados Unidos desde principios de los años 60 y endurecido en los años 90 con la aprobación de la ley Torricelli y la ley Helms Burton. Estados Unidos también trabajaba paralelamente para romper las relaciones internacionales de Cuba con terceros países, no solamente con el bloqueo económico, sino también político.

México, históricamente ha sido el país de América Latina que ha tenido mejores relaciones con Cuba, pero desde su giro neoliberal en los años 80 y su dependencia con los Estados Unidos una vez aprobado el Tratado de Libre Comercio de Norte-América (TLCAN) en 1994 ha cambiado su táctica política. Vicente Fox en el año 2002, en la Cumbre Iberoamericana de Monterrey, le dijo por teléfono a Fidel Castro “comes y te vas” [4] en referencia al acto de la cena entre presidentes. Esta grosería de Fox, que fue por presiones del Presidente Bush, rompió, por primera vez, las relaciones de Cuba con México.

Otro escenario de injerencia fue Colombia. En 1999 Bill Clinton y el Presidente colombiano, Andrés Pastrana, aprobaron el convenio militar bilateral denominado el “Plan Colombia”. La estrategia informativa que se dio era la lucha contra el narcotráfico pero latentemente era potenciar el ejército contra los avances de la guerrilla de izquierdas, las Fuerzas Armadas Revolucionarías de Colombia (FARC). Bush, en 2002, con la llegada al gobierno colombiano del conservador Álvaro Uribe, acusado de vincularse con los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), fortaleció las relaciones militares para luchar contra la guerrilla. La Unión Europea, no quedó ausente.

Aznar volvió a liderar la injerencia europea en América Latina. Después de la visita en Madrid del Ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Guillermo Fernández de Soto, presentando a Aznar el Plan Colombia, el Presidente español consiguió que Europa diera 1400 millones de euros al gobierno colombiano por su lucha contra el “narcoterrorisme marxista”. Pero no todo va quedar en asuntos internos en Colombia. Según Frank Pérez, Secretario de Derechos Humanos de la coalición Izquierda Unida, en una entrevista en abril de 2004 por el Semanario Las Verdades de Miguel, Aznar vendió tanques AMX-30 y obuses a Colombia para incentivar un conflicto armado con Venezuela [5].

No solamente, Cuba fue el objetivo anticomunista de Aznar, también el gobierno de izquierdas venezolano. En abril de 2002, el intento de golpe de estado contra Hugo Chávez liderado por Pedro Carmona, representante de la ultraderecha política y presidente de Fedecámaras, principal gremio empresarial, fue apoyado por el gobierno español que disponía en aquel momento de la presidencia rotatoria europea. Incluso, el antiguo Canciller español, Miguel Àngel Moratinos, presentó en noviembre de 2004 un informe denso al Congreso de Diputados sobre la intervención del Partido Popular en el golpe de estado en Venezuela [6].

¿Expresidentes retirados?

El 20 de Febrero, Aznar, los expresidentes Bush padre y Bush hijo, Uribe, y el exprimer ministro de Canadá, Brian Mulroney, se encontraron en una gran villa en la Casa de Campo, a las afueras de la capital de la República Dominicana, invitados por el empresario venezolano, y uno de los más ricos de América Latina, Gustavo Cisneros.

El periodista venezolano, José Vicente Rangel, según fuentes extraoficiales, confirmó que el encuentro tenía un objetivo político, preparar y coordinar acciones para las elecciones generales de Venezuela en diciembre de 2012 contra la reelección del Presidente Hugo Chávez, y así indirectamente contra todos los países progresistas de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de nuestra América (ALBA) al afectar al motor económico de la organización regional.

Según los últimos datos del Grupo de Investigación Social Siglo XXI (GIS XXI) sobre el resultado de encuestas electorales presentadas el pasado domingo, Chávez obtendría la victoria de las elecciones presidenciales con el 56,8% de los votos, aumentando el Presidente venezolano dos puntos sobre el estudio realizado el mes de febrero [7].

Estos datos molestan a los expresidentes y a sus imperios. Ya lo reveló Hugo Chávez al afirmar el domingo que un grupito de países están dispuestos a “decidir la suerte del mundo y a dominarlo”, y “van a tratar de crear una coyuntura violenta antes, durante o después del proceso electoral” [8] en Venezuela. Rangel en su denuncia confirmó que, principalmente, las acciones de injerencia consistirán en “una campaña contra el gobierno de Chávez y su candidatura, y la ayuda económica a la oposición” [9] venezolana, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Rangel se sorprendió de la poca difusión de este encuentro de expresidentes, a pesar de que es fácil de explicar. Otra vez los medios de comunicación han centrado la noticia en un acto anecdótico donde los expresidentes se reunían para hacer un simple encuentro turístico, para disfrutar del sol y las playas caribeñas en sus vidas “tranquilas y pacíficas”. Finalmente no todo eran vacaciones y risas, una vez más injerencia.

Notas:
[1] http://www.youtube.com/watch?v=C711JCUZD38
[2] El titular de El País se centró en la anécdota, Jeb Bush agradece el apoyo “del presidente de la República española”, cuando la reunión tenía puntos mas trascendentales para centralizar:

http://www.elpais.com/articulo/espana/Jeb/Bush/agradece/apoyo/presidente/Republica/espanola/elpepiesp/20030218elpepinac_7/Tes?print=1

[3] http://contrainjerencia.com/index.php/?p=9242

http://contrainjerencia.com/index.php/?p=457

[4] http://www.eluniversal.com.mx/notas/403553.html
[5] http://www.soberania.org/Articulos/articulo_1033.htm
[6] http://www.rebelion.org/noticia.php?id=8976
[7] http://www.telesurtv.net/seccionnes/noticias/90569-NN/encuesta-refleja-que-chavez-no-tiene-rival-para-presidenciales-de-2012-en-venezuela/
[8] http://m.elespectador.com/noticias/elmundo/articulo-258112-chavez-dijo-eeuu-provocara-violencia-venezuela-elecciones-de-201
[9] http://www.kaosenlared.net/noticia/reunen-bush-aznar-uribe-para-programar-plan-contra-chavez-elecciones-g

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.


La víctima 0001 de los atentados del 11 de Septiembre:

El mensaje del Padre Mychal

Publicado el 8 de septiembre de 2011

Por Amy Goodman

El 11 de septiembre de 2001, la funda marcada con la inscripción “Víctima 0001” contenía el cadáver del Padre Mychal Judge, un capellán católico del Departamento de Bomberos de Nueva York. Cuando se enteró del desastre en el World Trade Center, el Padre Judge se puso su cuello de sacerdote y el traje de bombero y corrió hacia el centro de la ciudad. Vio a la gente saltar de los edificios y encontrar la muerte, para evitar así el infierno que acontecía a más de 300 metros de altura. A las 9:59 de la mañana la Torre Sur se derrumbó, y es probable que la fuerza de la caída de esa masa de acero, hormigón, vidrio y humanidad y los escombros que llegaron al suelo haya sido lo que provocó la muerte del Padre Mychal. La suya fue la primera muerte registrada a causa de los atentados esa mañana. El trabajo que realizó en vida debería estar en el centro de las conmemoraciones del décimo aniversario de los atentados del 11 de Septiembre: paz, tolerancia y reconciliación.

Una de las primeras vigilias realizadas este año fue en honor al Padre Mychal. Alrededor de 300 personas se congregaron el domingo frente a la Iglesia de San Francisco donde el Padre Judge vivía y trabajaba, justo en la misma cuadra de la estación de bomberos Ladder 24/ Engine 1. La marcha siguió el camino final del Padre Mychal hasta la Zona Cero. El hombre que organizó la conmemoración es Steven McDonald, un ex detective de la policía de Nueva York que recibió un disparo en 1986. McDonald estaba interrogando a Shavod Jones, un joven de 15 años de edad, en el Central Park y Jones le disparó, dejándolo paralítico de por vida.

Hablé con McDonald mientras encabezaba la procesión en su silla de ruedas por la Séptima Avenida. Habló sobre lo que el Padre Mychal significó para él:

“El Padre Mychal fue un ser humano maravilloso, muy cariñoso, compasivo, un verdadero testigo de la fe en Dios en su vida. Y es por eso que hoy estamos aquí reunidos”.

El Padre Mychal había logrado que Jones hablara por teléfono con McDonald y su esposa. Les pidió disculpas desde la prisión. McDonald lo perdonó. Tras aprender las lecciones de la reconciliación, el ex detective ahora en silla de ruedas, acompañó a Judge en un viaje a Irlanda del Norte donde trabajaron juntos para ayudar a poner fin a la violencia que azotaba al país.

El Padre Mychal era muy conocido entre los pobres y los desvalidos de la Ciudad de Nueva York y de Nueva Jersey. Ayudaba a los sin techo y a la gente que padecía VIH/SIDA. Como miembro de la orden franciscana, a menudo vestía el tradicional hábito marrón y sandalias. Pero había un secreto acerca de él que no era del todo conocido: era homosexual. En sus diarios privados, el sacerdote católico escribió: “Pensé en mi homosexualidad y en cómo la gente que me conoce nunca llega a conocerme por completo”. Los diarios fueron entregados al periodista Michael Daly por la hermana gemela de Judge, Dympna, y aparecen en el libro de Daly ‘La Biblia de Mychal: La sorprendente vida y la heroica muerte del Padre Mychal Judge’.

Brendan Fay es un activista por los derechos de los homosexuales de larga trayectoria, de origen irlandés-estadounidense, que era amigo de Judge. Realizó una película sobre el fraile franciscano en 2006 denominada “Santo del 11 de Septiembre” y está a punto de terminar otra denominada “Recordando a Mychal”. Fay habló esta semana de su amigo: “Fue uno de los sacerdotes que formó parte de Dignity New York, una organización de homosexuales y lesbianas católicos. Fue nuestro ministro durante la crisis del SIDA, cuando había muy pocos sacerdotes dispuestos a servir a nuestra comunidad”.
La primera vez que entrevisté a Fay fue en octubre de 2001, luego de la publicación de una foto de Associated Press que mostraba una bomba de Estados Unidos que estaba por ser lanzada en Afganistán. La bomba tenía escrita con tiza la leyenda “Secuestren esto, putos”. El mensaje ofensivo obligó a las fuerzas armadas a ordenar a sus marinos que escribieran mensajes más “positivos” en sus bombas.

El 20 de septiembre de 2001, el Presidente George W. Bush pronunció un discurso ante una sesión conjunta del Congreso, donde realizó su famosa declaración “Odian nuestra libertad”. Luego dio la bienvenida al Capitolio a Lisa Beamer, viuda de Todd Beamer, el pasajero a bordo del Vuelo 93 de United a quien se escuchó decir “Al ataque” antes de arremeter contra los secuestradores del avión. El compañero de vuelo de Beamer, Mark Bingham, un jugador de rugby y consultor de relaciones públicas que también se sumó a la lucha para evitar que los secuestradores utilizaran el avión como arma, era homosexual declarado, al igual que David Charlebois, el copiloto del vuelo 77 de American Airlines, que se estrelló contra el Pentágono.

Una década más tarde, Brendan Fay reflexiona acerca de la vida de su amigo: “Creo que, de alguna manera, es muy importante que pensemos en la humanidad de toda la gente que murió el 11 de Septiembre. Lo que podemos aprender de Mychal Judge, en medio de este infierno, guerra, mal y violencia, es que aquí hay un hombre que nos conduce por otro camino posible del ser humano: podemos elegir el camino de la compasión, de la no violencia y de la reconciliación. Mychal Judge tenía un corazón tan grande como Nueva York. Había lugar para todos en él. Y creo que esta es la lección que podemos aprender de él”.


« Entradas previas