Consulta nuestro Archivo anterior

subscribete: Entradas

Cherán, los pueblos indígenas y la desmilitarización

Salvador Campanur Sánchez *

Soy Salvador Campanur Sánchez, pertenezco al pueblo indigena purépecha de Cherán, Michoacán, no tomo la palabra para hablar sólo por mi pueblo, sino por todos mis herman@s. Somos una voz de los pueblos, naciones y tribus indígenas de nuestro país que nos hemos encontrado en el camino de este Movimiento por la Paz y la Justicia con Dignidad.

Tenemos diferentes lenguas e identidades, compartimos los agravios: el despojo, el saqueo y la destrucción de nuestro territorio; la negación de nuestra identidad y la violencia sistemática de gobernantes, empresas rapaces y criminales. A nosotros nos agreden las autoridades que desconocen nuestro derecho a la autonomía y libre determinación, criminalizan nuestras luchas, roban nuestras riquezas y aplican una política nacional de exterminio contra nosotros. La agresión del Estado y sus cuerpos represivos se suma a la violencia impune de grupos paramilitares y de una criminalidad que cuenta siempre con el cobijo de las autoridades y la impunidad del sistema de justicia.

Nosotros reafirmamos los acuerdos de San Andrés como el punto de partida para el desarrollo digno de los pueblos originarios de méxico; ustedes, quienes dicen gobernar, además de faltar a la palabra empeñada, se han propuesto legislar en nuestra contra y han reformado la Constitución con el único interés de negarnos como sujetos de derecho público, para que nuestras riquezas pasen a las empresas privadas y trasnacionales.

Nosotros cuidamos los bosques y ustedes protegen a los talamontes; mientras nosotros cuidamos la madre tierra, ustedes abren el camino a las mineras trasnacionales que destruyen los montes y envenenan el agua, como sucede ahora mismo en San Luis Potosí, Durango y Guerrero, entre otros estados; con esto destruyen el futuro de nuestros hijos.

Los efectos de la devastación ecológica y el cambio climático son resposabilidad de ustedes, el resultado de estas políticas que han impulsado se traduce en el exterminio de pueblos y abre el camino a la migración, a la destrucción del tejido social; las instituciones y sus programas de dominacion generan el enfrentamiento entre pueblos, naciones y tribus.

En esta guerra injusta, nosotros, como pueblos indígenas, no sólo somos víctimas de la delincuencia organizada sino también de la violencia institucional del Estado mexicano, quien no reconoce nuestros derechos ancestrales y nuestras formas de organización. Por ello exigimos el reconocimiento constitucional de todos nuestros derechos y el cumplimiento de los acuerdos de San Andrés.

Cuando una comunidad indígena se enfrenta al crimen organizado nos topamos con la complicidad del gobierno y no encontramos protección para nuestros herman@s que valientemente han decidido denunciar ante las autoridades a estos criminales, pues no existe en el sistema de justicia un mecanismo concreto para proteger a las personas que denunciamos.

El gobierno también ejerce una forma de violencia cuando criminaliza nuestros sistemas de autodefensa y persigue a nuestros herman@s como si fueran delincuentes, sin considerar que esa forma de organización es una costumbre ancestral que hoy más que nunca toma vigencia ante la ausencia de protección y seguridad por parte del Estado mexicano. Por ello exigimos el reconocimiento de nuestros sistemas de autodefensa y de nuestras guaradias comunitarias.

Una violencia específica que sufrimos los pueblos indígenas es la que ejercen los grupos paramilitares que, a diferencia de la delincuencia organizada, son financiados, fomentados y protegidos por las autoridades. Por ello exigimos la desarticulación, el desarme y la desmovilización de todos los grupos paramilitares que existen en nuestro país y particularmente en nuestros territorios.

Ante todo esto exigimos como una muestra mínima de que ha escuchado nuestra voz:

1. Cumplimiento de los acuerdos suscritos entre las autoridades federales y la comunidad indígena de Cherán en materia de protección y justicia para desmantelar a los grupos criminales que la acechan.

2. Cumplimiento del Pacto Haurra Manaka, firmado en el año 2008 para la preservación de los lugares sagrados del pueblo wirrárika, y cancelación de las 22 concesiones otorgadas a la minera Ferst Majestic Silver en Wirikuta.

3. Garantizar el derecho al agua de los pueblos y comunidades indígenas del estado de Morelos y el respeto absoluto del territorio y los recursos naturales de los 13 pueblos que se surten de los manantiales Chihuahuita, El Salto, El Zapote y Santa Rosa, y esclarecimiento de los asesinatos de los indígenas morelenses Miguel Ángel Pérez Cazales y Rubén Flores, de las comunidades de Santa Catarina y Coajomulco.

4. Esclarecimiento del asesinato de nuestra hermana Bety Cariño y nuestro hermano Jyri Jaakkola, defensores de derechos humanos asesinados en la caravana humanitaria del 27 de abril de 2010 en San Juan Copala, y desmantelamiento y castigo del grupo paramilitar Ubisort.

5. Cumplimiento de las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de Inés Fernández y Valentina Rosendo, hermanas indígenas violadas por militares.

6. Basta de agresiones y hostigamientos a la comunidad de Ostula, Michoacan, y a las comunidades zapatistas.
* Testimonio presentado este 23 de junio en el encuentro del Movimiento por la Paz y la Justicia con Dignidad y el gobierno federal.

Nosotros cuidamos los bosques y ustedes protegen a los talamontes; mientras nosotros cuidamos la madre tierra, ustedes abren el camino a las mineras trasnacionales que destruyen los montes y envenenan el agua, como sucede ahora mismo en San Luis Potosí, Durango y Guerrero, entre otros estados; con esto destruyen el futuro de nuestros hijos.

Los efectos de la devastación ecológica y el cambio climático son resposabilidad de ustedes, el resultado de estas políticas que han impulsado se traduce en el exterminio de pueblos y abre el camino a la migración, a la destrucción del tejido social; las instituciones y sus programas de dominacion generan el enfrentamiento entre pueblos, naciones y tribus.

En esta guerra injusta, nosotros, como pueblos indígenas, no sólo somos víctimas de la delincuencia organizada sino también de la violencia institucional del Estado mexicano, quien no reconoce nuestros derechos ancestrales y nuestras formas de organización. Por ello exigimos el reconocimiento constitucional de todos nuestros derechos y el cumplimiento de los acuerdos de San Andrés.

Cuando una comunidad indígena se enfrenta al crimen organizado nos topamos con la complicidad del gobierno y no encontramos protección para nuestros herman@s que valientemente han decidido denunciar ante las autoridades a estos criminales, pues no existe en el sistema de justicia un mecanismo concreto para proteger a las personas que denunciamos.

El gobierno también ejerce una forma de violencia cuando criminaliza nuestros sistemas de autodefensa y persigue a nuestros herman@s como si fueran delincuentes, sin considerar que esa forma de organización es una costumbre ancestral que hoy más que nunca toma vigencia ante la ausencia de protección y seguridad por parte del Estado mexicano. Por ello exigimos el reconocimiento de nuestros sistemas de autodefensa y de nuestras guaradias comunitarias.

Una violencia específica que sufrimos los pueblos indígenas es la que ejercen los grupos paramilitares que, a diferencia de la delincuencia organizada, son financiados, fomentados y protegidos por las autoridades. Por ello exigimos la desarticulación, el desarme y la desmovilización de todos los grupos paramilitares que existen en nuestro país y particularmente en nuestros territorios.

Ante todo esto exigimos como una muestra mínima de que ha escuchado nuestra voz:

1. Cumplimiento de los acuerdos suscritos entre las autoridades federales y la comunidad indígena de Cherán en materia de protección y justicia para desmantelar a los grupos criminales que la acechan.

2. Cumplimiento del Pacto Haurra Manaka, firmado en el año 2008 para la preservación de los lugares sagrados del pueblo wirrárika, y cancelación de las 22 concesiones otorgadas a la minera Ferst Majestic Silver en Wirikuta.

3. Garantizar el derecho al agua de los pueblos y comunidades indígenas del estado de Morelos y el respeto absoluto del territorio y los recursos naturales de los 13 pueblos que se surten de los manantiales Chihuahuita, El Salto, El Zapote y Santa Rosa, y esclarecimiento de los asesinatos de los indígenas morelenses Miguel Ángel Pérez Cazales y Rubén Flores, de las comunidades de Santa Catarina y Coajomulco.

4. Esclarecimiento del asesinato de nuestra hermana Bety Cariño y nuestro hermano Jyri Jaakkola, defensores de derechos humanos asesinados en la caravana humanitaria del 27 de abril de 2010 en San Juan Copala, y desmantelamiento y castigo del grupo paramilitar Ubisort.

5. Cumplimiento de las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de Inés Fernández y Valentina Rosendo, hermanas indígenas violadas por militares.

6. Basta de agresiones y hostigamientos a la comunidad de Ostula, Michoacan, y a las comunidades zapatistas.

* Testimonio presentado este 23 de junio en el encuentro del Movimiento por la Paz y la Justicia con Dignidad y el gobierno federal.


19J en Barcelona. No hay dudas: la calle es nuestra

Josep Maria Antentas y Esther Vivas

El 19J se presentaba como un test decisivo para el movimiento nacido el 15M. El objetivo inicial de la jornada era traducir en movilización en la calle las simpatías populares que el movimiento había despertado durante estas semanas. Después de la jornada del 15J ante el Parlament de Catalunya, sin embargo, la manifestación de este domingo 19 era una prueba de fuerza frente a los adversarios del movimiento. Tras el 15J éste se vio inmerso en una batalla por la legitimidad y necesitaba exhibir músculo y una movilización de masas que acallara las dudas.

El resultado no arroja discusión. No vale la pena entrar en guerras de cifras, pero en la jornada del 19J centenares de miles de persones salieron a la calle. 150.000 se manifestaron en Madrid, en una espectacular marcha organizada por columnas desde los barrios hacia el centro. 275.000 (según datos al parecer dados por las fotos hechas vía satélite por google) lo hicieron en Barcelona, colapsando el centro de la ciudad. Y así en más de 50 ciudades del Estado español.

El tono y el perfil de las convocatoria se caracterizó por la combinación de su ambiente festivo y lúdico con la radicalidad de sus demandas. “La calle es nuestra. No pagaremos su crisis” era el lema general de la convocatoria de Barcelona acompañada de tres subeslóganes: “Paremos los recortes”, “Felip Puig [el consejero de Interior] dimisión” y “Hacia una huelga general de todos y todas”. La críticas al Pacto del Euro, a los recortes sociales, a la banca, la demanda de una huelga general…fueron algunas de los eslóganes más recurrentes. En la memoria de muchos estuvo la enorme manifestación “contra la Europa del Capital y la Guerra” del 16 de marzo de 2002 durante la cumbre de la Unión Europea en la ciudad, entonces un hito del movimiento “antiglobalización”.

El 19J ha mostrado la ampliación cuantitativa y cualitativa del movimiento respecto al 15M. En un mes la base social del mismo se ha ampliado, diversificado social y generacionalmente, y arraigado social y territorialmente. Culmina así la primera fase abierta con el 15M y las acampadas y empieza otra, todavía por definir.

Esta primera sacudida social ha reflejado la profundidad de la dinámica en curso y la consistencia de la indignación social y del movimiento en marcha, que ha sobrevivido al feroz ataque posterior al 15J. La operación de criminalización puesta en marcha tras el bloqueo al Parlament de Catalunya finalmente no funcionó. Acorralado mediáticamente el miércoles 15, el movimiento demostró poco después que sigue gozando de amplios apoyos populares.

En Catalunya si el 15J, en pleno torbellino mediático, algunos sectores sociales simpatizantes con las y los indignados posiblemente pensaron que el movimiento “había ido demasiado lejos” y que “así no se hacían las cosas”, la mayoría de ellos bascularon progresivamente de nuevo hacia el movimiento durante los días posteriores. Parece claro que el gobierno conservador de CiU de nuevo erró mal en sus cálculos tácticos e impulsó un ataque tan brutal contra el movimiento que fue percibido como excesivo para buena parte de la opinión pública. Las denuncias de “kale borroka de baja intensidad” y de acciones de “extrema violencia” referidas a la acción ante el Parlament sonaron exageradas a la luz de las imágenes vistas. La amenaza chulesca del Consejero de Interior de presentar una querella contra Arcadi Oliveres, presidente de Justicia y Paz y cuya popularidad en Catalunya es enorme, por sus insinuaciones de que podrían haber habido policías infiltrados provocando altercados ante el Parlament, sólo sirvió para dar más audiencia a los videos circulando por internet que denunciaban la infiltración policial. Y confirmó, sin dudas, la voluntad del gobierno de CiU de utilizar la movilización ante el Parlament para criminalizar a los movimientos sociales en general. Igualmente, el ataque directo a la Federación de Asociación de Vecinos de Barcelona (FAVB), que había convocado a una cacerolada ante al Parlament (pero no al bloqueo) fue visto como un intento para desacreditar a una de las organizaciones sociales más representativas de la ciudad, destinada a jugar un papel clave en la oposición municipal al nuevo alcalde conservador Xavier Trías.

En la criminalización al 15J, como en otras ocasiones, ha quedado patente la existencia de una distancia y una disonancia notoria entre el discurso de los medios de comunicación y el sentir social mayoritario. La verborrea sobre ”ataque a la democracia”, “secuestro del parlamento”…, demostró finalmente expresar más la opinión interesada de muchos creadores de opinión que de mucha de la gente de a pie. La sacralización de las instituciones y sus representantes hecha por los medios resultó no ser un reflejo fiel del sentir de la calle. Muchos medios de comunicación preguntaron al movimiento los días 15 y 16 si hacían “autocrítica” por la movilización ante el Parlament. A la vista de la manifestación del 19J muchos profesionales honestos del periodismo y que desde posiciones favorables a las y los indignados genuina y sinceramente no entendieron la acción del 15J, deberían plantearse a sí mismos la pregunta.

El movimiento, además, supo reaccionar, a pesar de las dificultades de forjar consensos y de problemas de funcionamiento interno, con un discurso inteligente al intento de criminalización. Reafirmó la legitimidad de la acción de “bloqueo” al Parlament, realzó su petición de convocatoria de un referéndum sobre los recortes sociales, insistió en la sobreexageración mediática de los incidentes “violentos” acontecidos en la jornada, reiteró las sospechas de provocaciones policiales, denunció la violencia policial y los arrestos durante la protesta, y se desmarcó (sin entrar en condenas criminalizadoras) de aquellas acciones que habían tenido lugar durante la movilización que no se enmarcaban en el criterio de “acción masiva, no violenta y determinada” consensuada en la preparación de la jornada.

En este escenario parte de la izquierda moderada catalana, que el 15J jugó un lamentable papel confrontándose con el movimiento y actuando bajo el redil de la derecha, acabó entendiendo que en la manifestación del 19J no sólo se jugaba el futuro y la credibilidad del movimiento. Un fiasco en la manifestación habría deshinchado a un incómodo movimiento para la izquierda parlamentaria, es verdad, pero a costa de echarla a los pies de los caballos de la derecha gobernante. De forma discreta, partidos como ICV-EUiA mostraron su apoyo a la manifestación y así lo hicieron indirectamente también algunos de los medios de comunicación afines a la izquierda parlamentaria. Por su parte, los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, en un segundo plano desde el ascenso del movimiento, hicieron un llamado a la participación a la manifestación y estuvieron presentes en ella (con un bajo perfil para evitar susceptibilidades).

El éxito del 19J muestra pues la profundidad de la simpatía popular hacia el movimiento y del malestar social que éste expresa. Detrás de la masiva participación hubo también una reacción defensiva de buena parte de la base social del movimiento que entendió la excepcionalidad de la convocatoria, su importancia crucial y la necesidad de una respuesta contundente a los intentos de criminalizarlo y destruirlo.

Las declaraciones de todos los dirigentes políticos catalanes después del 19J, empezando por las del presidente de la Generalitat, Artur Mas, que afirmaba “comprender” a los y las indignadas, y las del consejero de Interior, Felip Puig, que “felicitó” con cara de circunstancias a los organizadores de la manifestación, son la mejor prueba del rotundo éxito del 19J en Barcelona.

Sabedores que, finalmente, la calle despertó los partidarios de “la ley y el orden” viven días de zozobra.

*Josep Maria Antentas es profesor de sociología de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y Esther Vivas es miembro del Centro de Estudios sobre Movimientos Sociales (CEMS) de la Universitat Pompeu Fabra (UPF). Blog personal: http://esthervivas.wordpress.com
Ambos son autores de ‘Resistencias Globales. De Seattle a la Crisis de Wall Street’ (Editorial Popular, 2009).


¿Qué está pasando en Chiapas en torno a los periodistas ?

Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.

Junio del 2011

Al público en general

Desde hace más de 15 años Ángeles Mariscal quien durante 16 años fue corresponsal de La Jornada en Chiapas y yo con 13 años en la corresponsalía de la Agencia y Revista Proceso, hemos hecho un periodismo crítico, un periodismo al servicio de los grupos más vulnerables, dando voz a campesinos, indígenas, mujeres agraviadas, obreros, activistas de organismos defensores de derechos humanos, organizaciones sociales y todo aquellos grupos que rara vez tienen voz en los medios controlados por el gobierno en turno de Chiapas.

Por esa línea editorial, a lo largo de estos más de 15 años en el periodismo chiapaneco siempre hemos recibido de las instituciones gubernamentales y sus funcionarios la exclusión y marginación en cuanto al acceso a la información, portazos en las narices cuando pretendemos solicitar una entrevista, intentos de sobornos, amenazas, linchamientos mediáticos, pero nunca la situación estuvo tan grave en torno a nuestra persona y labor como lo ha estado en los cuatro años y medio de la administración actual del gobernador Juan Sabines Guerrero.

Los gobiernos que han pasado estos años que tenemos de ejercicio en el periodismo chiapaneco nos han estigmatizado como voceros de sus enemigos políticos en turno como una forma fácil de pretender descalificar nuestra labor.

En una primera etapa de agravios se nos niega información pública, se nos niega la versión oficial cuando ocurren incidentes en la cual debamos constatar todas las visiones de un hecho, nos cierran las puertas en reuniones o eventos que deberían ser públicos, se nos niegan entrevistas, nos excluyen de conferencias en las que sólo aceptan a medios sujetos a la línea impuesta por el gobierno de Chiapas, todo esto que contradice la Ley de Derechos para el Ejercicio Periodístico que el propio Sabines Guerrero creó en agosto del 2007 y sus propios subordinados desacatan.

A la par de esa dinámica, desde el 2007 se ha echado mano de personeros del gobierno de Chiapas, para arremeter contra nosotros y se nos ha emprendido una campaña mediática, tanto en la radio pública gubernamental como en medios impresos y medios digitales, como webs, blog y redes sociales.

Han habido momentos que se han incrementado estos ataques y aunque han bajado de nivel, nunca ha desaparecido. Siempre permanente, siempre en la mira, siempre monitoreados por los servidores públicos intolerantes a la crítica para luego arremeter en la menor oportunidad.

Sin lograr su objetivo, bajo engaños pretendieron “videoemboscarme” a mediados del 2007 en situaciones que podrían comprometerme con mi empresa y mi pareja.

Mis apariciones en la revista Proceso, pero sobre todo mis notas informativas que suben a diario en la web de la revista causan tal incomodidad que en muchas ocasiones eran motivos de llamadas telefónicas en las que pretendían reclamarme hasta que como vieron que éstas no daban los resultados esperados dejaron de hacerlas.

En reuniones con el subsecretario de gobierno del estado, Nemesio Ponce Sánchez, después con el titular del Instituto de Comunicación Social del Gobierno de Chiapas, Jaime Culebro Guillén y luego con el gobernador Juan Sabines Guerrero, en ese orden de aparición en el 2009 y principios del 2010, hubo todo tipo de ofrecimiento hacia mi persona desde la amistad hasta apoyos para crear mi propio medio, espacio en la radio y televisión oficial y otras ofertas que agradecí amablemente con el argumento que lo único que esperaba de ellos era respeto y tolerancia.

No conforme con la exclusión, se originó la embestida con amigos muy cercanos, que han apoyado mi misión en la realización de cursos y talleres sobre periodismo digital en Chiapas. El activista del software libre Héctor Bautista fue detenido por la PGJE de Chiapas en noviembre tras una supuesta denuncia anónima, le pretendieron sembrar miles y miles de imágenes de pornográficas, todo por ser prestador de servicio de hosting de mi amigo Antony Flores con su web infochiapas.com donde se dijo que Chiapas tenía la mayor deuda pública en 16 años.

Tras 40 días preso, gracias al apoyo de las redes sociales y de cientos de activistas, blogueros, tuiteros, feizbukeros y compañeros periodistas como Fátima Monterrosa y Denise Maerker, por fin logramos la libertad de Bautista cuando más fuerza tomaba el movimiento de protesta. Bautista salió libre y ahora está ajeno a todo tras la pesadilla que vivió por el abuso del poder.

La embestida no sólo fueron contra Bautista y Flores, también se arremetió en contra de Raúl Ríos Trujillo, a quien con el impulso del ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez, también le abrieron una averiguación previa por una campaña de denuncia de baches para que la autoridad pusiera manos a la obra en su reparación que se gestó en las redes sociales y las autoridades municipales la entendieron como una campaña para ridiculizarlos, si bien no fue a prisión fue presionado para borrar toda evidencia de esa campaña y silenciado.

A raíz que de que entendieron la fuerza de las redes sociales, servidores públicos del gobierno de Chiapas tomaron por asalto esta herramienta en la que evidentemente estaban siendo rebasados. Se dieron a la tarea de contratar personal especializado en ello y empezaron a crear cuentas falsas o anónimas de blogs, webs, twitter, facebook, videos en Youtube, desde donde continuaron su embestida mediática.

Uno siempre da por hecho de que las líneas telefónicas están intervenidas, pero a través de cuentas de twitter me hacían constatar detalles de charlas y conversaciones de un día anterior había hecho sólo por esa vía. De forma extraoficial me dijeron que el equipo de la Fiscalía Especializada contra la Delincuencia Organizada de la PGJE era utilizada para el espionaje de políticos, empresarios y periodistas.

Algunas de las cuentas en twitter son @El_ObservadorV @Sneutron @noti_chiapas @rumaldochis @donchoma2010 entre otras más. Ofensas vulgares y obcenidades reflejan la ira a nuestra labor como Blogs como http://chiapascentral.blogspot.com, http://gabtcama.blogspot.com o http://realchiapas.blogspot.com/ son tan solo algunos que ha tan pronto como son descubiertos desaparecen.

Por otras webs que usaron como trincheras interpusimos una denuncia penal en agosto del 2010 pero nunca procedió la PGJE se declaró “incompetente” al carecer de policía cibernética situación que contrasta cuando sí procedieron contra Bautista, Flores y Ríos Trujillo, al igual que otro tuitero de nombre Fabricio Villegas, a quien intimidaron y huyo de Chiapas por temor a su vida y su seguridad, por hacer de las webs, blogs y redes sociales críticas al gobierno de Chiapas y algunos servidores públicos.

Al tener en nuestras manos las averiguaciones previas iniciadas en contra de mis amigos he podido constatar un denominador común, a los mismos servidores públicos empeñados en pretender defender la imagen del gobierno de Sabines, argumentando que somos “desestabilizadores”, “incitadores a la violencia” que podríamos crear un “caos social” y estatus de “animadversión” contra el gobierno de Sabines.

A través de amigos de los muchos que trabajan dentro del aparato de gobierno en Chiapas, me dijeron que se contrató a un grupo de jóvenes expertos en sistemas computacionales, cuya misión “es desmentir y atacar por cuestiones políticas”, al exgobernador antecesor de Sabines, a periodistas como el que esto escribe y organismos como el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, “a través de las redes sociales de internet”, los trajeron a Chiapas “bajo un contrato de confidencialidad y previa amenaza de graves consecuencias si alguno de sus integrantes público su trabajo.

Los hombres dedicados a la tarea de difamar y calumniar formaron “dos equipos de impacto, son dos equipos por que se cuidan que ningún integrante del otro equipo copie, distribuya o transmita archivos privados”, se vigilan mutuamente.

“Las actividades que se llevan acabo en este momento son a través de las redes sociales, blogs, correos electrónicos masivos y espionaje a celulares y Smartphones. Pensando en tu privacidad te recomiendo no utilices tu Blackberry para escribir o hablar sobre cuestiones no públicas, así mismo te recomiendo no utilices computadoras prestadas, que de preferencia utilices Windows 7 Ultimate con antivirus Kaspersky y navegador Mozilla Firefox, que acostumbres apagar tu equipo cuando no está en uso y evites usar tu Ubuntu pues si no tienes amplios conocimientos de redes se las pondrás más fácil por que en dos meses va a venir un hacker que traen de India y con las recomendaciones que te doy será difícil que logren penetrar en tus equipos”, me reveló otra fuente vía anónima que mostró admiración a mi trabajo como periodista e indignado por los ataques hacia mi persona.

En su afán por pretender buscar algo que me incrimine han puesto de cabeza oficinas de comunicación social buscando supuestos documentos que prueben que cobré en el gobierno pasado o bien que cobró en instituciones como la Universidad Autónoma de Chiapas. Ante la impotencia han elucubrado falsificarlos.

El Instituto de Comunicación Social del Gobierno de Chiapas presionó al diario donde Ángeles Mariscal trabajó 16 años y en este 2011 ya no le renovaron su contrato, afortunadamente fue liquidada conforme a derecho.

Cuando Mariscal pretendía trabajar como docente en la Universidad Autónoma de Chiapas, de pronto le cancelaron el contrato y le cerraron las puertas definitivamente, nada que tuviera que ver con ella o conmigo debería tener presencia en mi Alma Mater.

Ella siempre bajo el hostigamiento de servidores públicos del Instituto de Comunicación Social del Gobierno de Chiapas fue agredida por custodios y personal de los juzgados en el penal de El Amate el pasado 8 de junio cuando cubría una audiencia judicial. El jueves 23 interpuso su queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Chiapas y su denuncia penal en la Fiscalía para Periodistas de la PGJE de Chiapas.

Por mi parte, ese mismo día interpuse también una denuncia penal por una nota periodística pagada en medios impresos locales el domingo 19 donde se pone en grave riesgo mi integridad y la de mi familia al poner en boca de una exconsul de Honduras declaraciones que nunca hizo, en el sentido que echaría Los Zetas a los servidores públicos que provocaron su salida de Chiapas y de paso contra el periodista que estos escribe. Nada más falso. La inserción pagada tenía toda la manufactura del Instituto de Comunicación Social del Gobierno de Chiapas.

Como respuesta a nuestras demandas penales, ese mismo jueves por la tarde la PGJE emitió una misiva en la que refiere una investigación “por los delitos de Homicidio en Grado de Tentativa, Lesiones y Amenazas, derivado de la agresión que sufriera durante las primeras horas del pasado domingo el periodista Jacobo Elnecavé Luttmann”.

El pasado sábado 18 en la noche o domingo 19 en la madrugada, fue agredido el señor Fausto Jacobo Elnecavé Luttman en un exclusivo bar de la ciudad, al que jamás he frecuentado en mi vida. Varias versiones me llegaron del incidente del que no presté atención, no lo expongo acá para no abonar a la confusión de las investigaciones aunque pretendan pervertirlas de oficio en la PGJE.

El citado comunicador social institucional ha sido antes titular del Instituto de Comunicación Social, asesor del gobernador en materia de medios, es actualmente titular del noticiero de la tarde en la radio y al televisión del gobierno de Chiapas. El vocero pues en los medios electrónicos. Además de oficialmente fungir como jefe de comunicación social de la Universidad Autónoma de Chiapas.

Pretenden involucrarme en la citada agresión al comunicador institucional, dejando entrever que podría haber sido el autor intelectual, pues señala la PGJE que quienes lo agredieron actuaron a mi nombre. Esto es lo que yo considero la más burda y nueva acción para amedrentarme al no tener hasta ahora ningún otro elemento para hacer que mi labor sea censurada. Me deslinde de ataque alguno.

Como he conocido y documentado personalmente de como en Chiapas se abusa del poder, de la fuerza pública, como se doblan los jueces de consigna y como se retuercen las leyes en Chiapas, considero que no existen las condiciones para hacer un periodismo donde se garantice mi seguridad y principalmente la de mi familia expuesta a riesgos altos de agresiones.

Hasta ahora, la intervención de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) donde ya tenemos abierta una queja y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, que ha estado dando seguimiento puntual a los agravios desde diciembre pasado, es lo que no fortalece. Esto, aunado también, al gran apoyo de muchos ciudadanos, activistas, colegas periodistas, organizaciones y demás personas que conocen nuestra labor.

Mis blogs y mi presencia en las redes sociales incomodan a los defensores de la “buena imagen” del gobierno de Chiapas. Por lo que no descartamos que pretendan implicarnos en otras denuncias o falsas acusaciones. Sabemos que en Chiapas todo conspira desde el aparato público en contra de lo que ellos consideran atenta contra sus intereses.

No reclamos más que respeto y tolerancia. Eso es todo. No más. Responsabilizo a las autoridades locales de todo agravio contra mi persona o cualquier miembro de mi familia, así como mis amigos cercanos que también viven con la advertencia de represión en lo laboral-

Isaín Mandujano Camacho.


Las Madres y su laberinto:

El dolor de ya no ser
Elisa Rando

Era 1977. Y fue en Barcelona. En Argentina tiempo de represión, muerte y exilio. En un diario local, una foto a cuatro columnas cruzaba la página central de internacionales. Un grupo de mujeres crispadas, cubiertas sus cabezas con un pañuelo blanco, rodeaban e increpaban a un oficial de policía. Era en Buenos Aires. Y era en Plaza de Mayo. Detrás de ellas reconocimos la casa de gobierno. Las palmeras. Los canteros. El cielo. Nosotros, simples exiliados. Ellas, desde ese día, fueron las Madres de la Plaza. La foto emblemática se difundió en Barcelona y en el mundo entero.

Esa noche la Casa Argentina se llenó de compañeros y amigos. Todos querían verlas. Buscaban la suya. Nadie reconoció a su madre, pero las sentíamos a todas como propia. Podían ser la de cualquiera de nosotros. Más jóvenes. Más viejas. Más pobres. Más valientes. Más tristes. Más serenas. Eran como si fueran nuestras y muchos lo deseábamos de verdad.

Hubo orgullo. Hubo dolor y alegría lejana. Allí medimos la diferencia entre estar y sentirse cerca. Allí empezamos a admitir que el regreso, algún día sería posible. Estaban peleando como nunca habían estado y la crispación demostraba que decían la verdad. No sabían. Gritaban. No simulaban. El dolor no se simula. Querían encontrarlos…, pero sus hijos ya eran los desaparecidos.

La tarea nuestra, a pesar de la solidaridad inmensa del pueblo español, era pesada. Sin recursos. Tramitando residencias. Buscando trabajo. Buscando donde vivir. Buscando por la calle rostros de amigos para darles un abrazo y recibir información. El exilio te salva la vida pero te perfora la cabeza. Todo lo del exilio es una historia personal o de grupo. No se termina nunca. Trabajada, es una historia de amor. La de ellas, una historia colectiva de desesperación, entrega y muerte. Presente siempre el secuestro, la tortura, la ausencia, el grito, el hueco.

Un día aterrizaron en Barcelona y pudimos verlas, abrazarlas. Escuchar sus informes, saber cómo se fueron organizando, creciendo, defendiendo. Creando vida. Casi inventando la vida. Supimos en primera persona de la represión que sufrían. De las amenazas. De sus propias desaparecidas. De las detenciones. De la muerte de sus maridos que no soportaron tanto. De los cambios en sus categorías sociales. Del reproche y del amor. También del abandono. De familias desintegradas. De traiciones. De ausencias. De inmensas solidaridades. De planes: volantes, entrevistas, iglesias, canchas de fútbol. Periódicos a mimeógrafo, ilusiones casi adolescentes. Pero firmes. No admitían ni charlas en pasillos cuarteleros, ni secretos consejeros con sotanas. Nada que supusiera connivencia o bajada de línea.

Por no aparecer pegadas al poder, decidieron no votar. No sabían de conciliábulos partidarios. Buscaban todos los hijos. Y fueron una topadora.

Así las Madres recorrieron el mundo y para nosotros…, eran el mundo mismo.

En distintos lugares de España se constituyeron grupo de apoyo, no a los exiliados, sino a las Madres. Fueron y las llevamos, por todas partes. Boletines, declaraciones, radio, televisión, todos se ofrecían para que denunciaran los crímenes de la dictadura. Y ellas, como pudieron, rodaron el mundo denunciando el secuestro y la muerte rapiñera.

Derrocharon valentía y coherencia. Cuando en las Malvinas se incendiaba la dictadura, el fin estaba próximo. Ellas seguían exigiendo “aparición con vida”, donde la vida ya había sido devorada.

… …

Después…, después es otra historia. En un país acostumbrado a la muerte, las elecciones son una fantochada. Hubo elecciones. También Nunca Más. Tuvimos La Tablada, fósforo blanco y mutilaciones. Y como había poco, la Obediencia Debida premió el crimen y regaló la impunidad al asesino.

El exilio estaba regresado. Y sentirse exiliado en su país fue la experiencia que debimos aprender casi todos. Las Madres estaban. Estaban en su lugar. Y nosotros, casi nos refugiamos en ellas. El regreso fue un exilo más hondo, más profundo, más inexplicable. Era tu cielo y era tu suelo, pero no lo conocíamos. De ese no se regresa. Los amores no se encuentran. Los que había se murieron. Los que llevamos se perdieron. Era casi el absurdo de estar vivos. Y culpa… la culpa de recorrer las calles que nuestros compañeros no volverían a transitar jamás. Estaban muertos. Pero estaban ellas. Habían pasado de todo. Eran refugio. Eran amparo. Eran fuerza. Las disfrutamos. Las abrazamos. Nos abrazaron. Quizá el calor más buscado, no engañaban. No nos engañábamos. No las usufructuamos.

Cada uno fue buscando su lugar, machucando la bronca. Reemplazando la frustración con nuevas militancias. Pero acompañando. Cerca de ellas. No es que las Madres fueran nuestra ideología, nuestra razón de ser. No es eso. La ideología la teníamos y eso nos mantuvo y nos impulsa en todos los momentos. Teníamos ideología y por las ideologías luchamos y lucharemos, pero ellas fueron ejemplo y fuerza. Nos ayudaron a retomar la marcha. Imposible derrumbarse si las vimos aguantar tanto. Si ellas estaban vivas, cómo podíamos derrumbarnos nosotros.

Así, pusimos el hombro cuando ellas ya habían puesto los hijos.

Personalmente busqué mi lugar donde siempre tuve un hueco, entre el papel y la tinta. Entre originales donde los militantes volcaban emociones y derrotas. Fue en el periódico donde me reencontré conmigo. Mi antiguo quehacer. María del Rosario Cerrutti, madre de desaparecido, era la directora. Leía, escribía, orientaba. Hacía café. Herman Schiller su secretario de Redacción. Hacía de todo. Y todos haciendo lo que viniera. Oficio o vicio, durante quince años tuve la inmensa oportunidad de colaborar en la edición del periódico de las Madres. Conocer, frecuentar, queridos compañeros con quienes fuimos sobrellevando los problemas de editar. Rosario un día dejó su lugar. Nunca supimos porque, pero suponer es peor que saber. Suponíamos. Herman otro día deja el suyo. Suponíamos. Los problemas que trae no informar por proteger, hace a la condición humana, pero una condición equivocada. En ese momento me equivoqué. No pregunté. Todo iba cambiando.

Un día. Siempre hay un día, preferí trabajar desde mi casa y en mi máquina. Llevar el trabajo terminado y mis dudas de edición cada mañana.
… …

Varias de esas mañanas, en la entrada, en el salón, me cruzaba con una sombra extraña. Sin saludo y sin mirada. Preferíamos no mirarnos. Prefiero también, ahora, no mezclar su nombre con mis sentimientos. Era un ser extraño. Ajeno. Un témpano inescrutable que sin mirar, veía. Durante dos años la sombra y yo nos cruzamos sin mirarnos. Un día me dejaron de mandar originales. En el periódico había otra línea y otras manos. Otra gente. Otra presentación. Había cambiado –ahora sí- la ideología.
… …

El Periódico me brindó quince años de compromiso militante. Nunca me explicaron nada. Mis ojos se liberaron de la sombra. Pero la sombra opacó todo. Casi apagó la luz.

Cuando salí, la última vez, me crucé con Hebe que entraba. No supe si decirle adiós. Sólo recuerdo que la miré y le dije: Hebe, si un día necesitas un compañero que sea abogado, avisame.

Jamás creí que lo iba a necesitar.

La Historia de las Madres no merece esto. Los Hijos tampoco.


El 15-M en su sexta semana

Ángel Guerra Cabrera

El 15-M o movimiento de los indignados, en el Estado español, llega a su sexta semana de existencia con un rico saldo de decisiones, acciones y prestigio social acumulados. Ello apunta a su permanencia, todavía no asegurada pero en cuya dirección marcha. Importantes avances políticos y organizativos se aprecian en el método asambleario adoptado y su extensión a los barrios, que evoca la Comuna de París. También la organización temática de los debates en comisiones y grupos que luego someten el resultado a las asambleas y la madurez mostrada ante la salvaje represión de la policía catalana.

De enorme importancia, las multitudinarias marchas el 19 de junio en 60 ciudades del Estado contra el saqueador Pacto del Euro, que rebasaron todas las expectativas de participación, organización y civilidad. Las consignas, ahora más radicales, concretas y de raigal contenido anticapitalista –“Europa para los ciudadanos y no para los mercados”, entre otras- demuestran el crecimiento numérico y cualitativo del movimiento y su firme voluntad democrática y pacífica.Esa hazaña es doblemente meritoria al haberse logrado bajo el fuego concentrado de la delirante campaña de linchamiento lanzada por los “medios” en estrecha alianza con los intelectuales orgánicos del sistema tomando como pretexto la sentada en los alrededores del Parlament y la supuesta violencia de los indignados. El afamado y celebrado Fernando Savater develó su entraña autoritaria cuando los calificó de “hatajo de mastuerzos” que no representan a nadie. Sin embargo, una encuesta encargada por El País dio cuenta de que 81 por ciento de la población apoya al 15-M,

dato verdaderamente sorprendente y aleccionador. Nada menos que en el mismo Estado donde un mes atrás millones entregaron su voto a la extrema derecha franquista del Partido Popular, que haría pensar en un país muy conservador. Entre las iniciativas que más educan al movimiento y le granjean la adhesión de la ciudadanía están las desarrolladas en los últimos días junto a las asociaciones de vecinos para detener la expulsión de sus hogares de familias menesterosas, en su mayoría inmigrantes. Un gesto de profunda solidaridad humana, internacionalista, y de rechazo al racismo institucional.

Si el movimiento no se hubiera interpuesto y movilizado a los vecinos los gobiernos municipales habrían demolido las casas de estas personas en beneficio del insaciable negocio inmobiliario o desahuciado a tenedores de hipotecas basura para continuar engordando a los banqueros. Son acciones que desafían al Estado como dueño absoluto del monopolio de la violencia y al sacrosanto derecho de propiedad privada, envilecido ya hasta límites de máxima crueldad. Hablando de violencia, una experiencia muy valiosa vivida por los indignados y por participantes de la comunidad de internautas ha sido el debate sobre el origen de aquella, a raíz de la campaña mediática contra el movimiento por los supuestos actos de “guerrilla urbana” llevados a cabo frente al Parlamento de Cataluña, pretexto con que se intentó justificar la represión.

Este debate, pospuesto por mucho tiempo, es muy revelador sobre la naturaleza del capitalismo. Ahora facilitado por el grado de desfachatez a que ha llegado la expoliación de los pueblos europeos durante la última crisis. Violencia, han afirmado los indignados en decenas de miles de mensajes y manifiestos, es el paro, los desahucios, el que los diputados e “imputados” ignoren a los votantes para tomar decisiones fundamentales sobre su futuro, es la reducción de salarios y jubilaciones y desmantelamiento de los derechos sociales mientras los ricos se hacen cada vez más ricos, es la corrupción de los políticos; o la aprobación de la ley que liquida el derecho a la negociación colectiva entre obreros y patronos. Es también la verdad escamoteada por los medios de difusión, el silencio que hacen sobre los movimientos sociales cuando no su descalificación, o su defensa a ultranza del orden establecido. El movimiento tiene ya un programa de acciones. Entre otras, continuar la lucha por impedir los desahucios y su estructuración en todo el Estado. Una represión recrudecida no debe descartarse y qué hacer entonces.La horizontalidad y la toma de decisiones por unanimidad han sido principios de su funcionamiento. Pero no hay que temer el surgimiento de liderazgos en el camino debido a sus méritos. Mucha falta que hacen. En América Latina podemos dar fe de ello.


« Entradas previas