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Fuerzas Armadas revolucionarias del Pueblo

AL PUEBLO DE MÉXICO Y DE GUERRERO
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
A LAS ORGANIZACIONES SOCIALES, DE DERECHOS HUMANOS Y REVOLUCIONARIAS
COMPAÑERAS Y COMPAÑEROS:
A medida que el tiempo transcurre, los rasgos característicos del aguirrismo toman forma definida. Algunas propuestas se van perfilando como proyectos neo libelares, a los que la izquierda electoral, o al menos parte de ella da su aval o defiende con cierta tenacidad.
Hay varios puntos que son de los que más trascienden o sobresalen por encima de cualquier otro:
Por un lado, la necedad de mantener en la indefinición el proyecto oligárquico de La Parota aún teniendo en contra a los legítimos dueños de las tierras, que a la postre ser convertirán en trabajadores asalariados de las empresas beneficiadas si es que tal proyecto logran implementarlo.
De la misma manera, el proyecto de explotación minera en comunidades de las regiones Costa Chica y la Montaña sigue procesándose aún a costa de la oposición de las comunidades y las organizaciones sociales, de derechos humanos y la CRAC. Los recursos mineros como en cualquier parte del mundo son recursos perseguidos por las trasnacionales para su explotación, a sabiendas de que tal industria les permite obtener fabulosas ganancias. Peor aún, ya que la mayoría de las concesiones estarán en usufructo por 50 años. Toda una vida de saqueo, depredación y explotación sin que se tome en cuenta la decisión de las comunidades fundamentalmente indígenas que, a lo sumo, les llegarán pingues regalías representadas por miserables despensas, arreglos de caminos rurales, becas y a lo mejor el tan cacareado “Guerrero sin hambre”.
La comisión de la verdad es otro asunto que genera controversia y opiniones encontradas aún entre los mismos actores de las organizaciones sociales; existen varios casos: la guerra sucia de la década de los 60 y 70 del siglo pasado, las masacres del Charco y Aguas Blancas, los presos políticos, los desaparecidos de los dos últimos sexenios, los casos del PRD, etc. Así, cada organización o sector pretende que la cacareada Comisión de la Verdad investigue acorde a sus intereses. La izquierda oficial quiere se le da prioridad a resolver los casos de las agresiones que ha sufrido su cúpula dirigente (Sánchez Nava, Chavarría, Rey Hernández, etc.) pasando por encima de asuntos históricos, de masacres o de desaparecidos y presos políticos. Al mismo tiempo, algunos organismos de derechos humanos y dirigentes históricos perredistas pretenden darle prioridad a las desapariciones y ejecuciones del siglo pasado. Luego entonces, no pueden crearse Comisiones a modo, aunque aún así, cabe esperar que no se resolverá de fondo ninguno de los casos a los que se avoque. No, al menos en este sexenio y con este tipo de gobierno. Tendría que llegar al poder un verdadero gobierno democrático emanado del pueblo para que efectivamente se haga justicia.
Al final, los PPS pretende ser el proyecto sexenal de este grupo en el poder, ha comenzado a rodar la maquinaria gubernamental para permear a la sociedad guerrerense de que es un proyecto que realmente resolverá un conjunto de necesidades en lo social, económico y obra pública.
Diversos actores y personeros políticos han asumido su defensa descarada y sin tapujos; de los priístas lo entendemos, pero de los que se asumen como de izquierda queda en entredicho su verdadera ideología y principios. Argumentan que debemos ser pragmáticos ante el conjunto de enormes necesidades que tiene el estado y ante eso, plantean y justifican que la iniciativa privada es la única con capacidad para ayudar al estado y su gobierno a resolverlo. En síntesis, plantean el gobierno y sus personeros de derecha e “izquierda” que debemos darle la mayor parte de los recursos federales, estatales y municipales a las empresas para que ellas nos salven y nos endeuden al menos por 30 o 50 años. Vaya negocio en puerta que se proponen realizar.
En fin, las cosas van tomando la forma que desde un principio se preveía iban a tomar. Eso es bueno, porque hay madera de donde cortar, argumentos de donde asirse y objetivos concretos por los cuales luchar.
Chilpancingo de los Bravo, a 8 de junio de 2011.
¡10 de junio no se olvida!
¡Por la revolución socialista y la liberación nacional!
¡La lucha popular revolucionaria!
¡Patria libre!
¡Y socialista!
FUERZAS ARMADAS REVOLUCIONARIAS DEL PUEBLO
FARP


COLOMBIA / Asesinan a líder social Ana Fabricia Cordoba

La dirigente que se desplazaba en un autobus,en Medellín, cuando fue baleada por pistoleros, hace más de 20 años, en Urabá, había perdido a su esposo y varios de sus hijos, producto de la violencia que azota el territorio colombiano.
Caracas, 08 Jun. AVN .- Sicarios asesinaron este miércoles a Ana Fabricia Córdoba, una de las líderes de los desplazados en la populosa ciudad de Medellín, Colombia, luego de que esta denunciara insistentemente las amenazas de muerte que estaba recibiendo, reportó hoy la agencia Efe.

Ana Fabricia, quien se desplazaba en un autobus, fue baleada por pistoleros. Era prima de la ex-senadora Piedad Córdova y al igual que ella desempeñaba una permanente labor de defensa de las familias afectadas por los desplazamientos forzosos y el respeto a los derechos humanos en el país.

Ella fue víctima de la violencia desde hace más de veinte años cuando en la región de Urabá perdió a su esposo y a varios de sus hijos. Luego, una vez instalada en Medellín, ciudad andina al norte de Bogotá, en busca de mayor protección, desarrolló la labor social de denuncia en contra del conflicto armado que sufre el país desde hace 40 años.

Otro tema de su agenda fue el reclamo de más de 6 millones de hectáreas despojadas a miles de colombianos desde 1985, una de las causas del desplazamiento forzoso.

Fabricia fue una activa militante de las causas de los desposeídos como lo atestigua su participación en la fundación en 2008 del movimiento “Líderes Adelante por un Tejido Humano de Paz (Latepaz)” o su membresía en la llamada Ruta Pacífica de las Mujeres mediante la cual se busca la solución negociada al conflicto interno que padece Colombia.

También, ella fungía desde hace varios años como líder en el barrio Santa Cruz, ubicado en el sector nororiental de Medellín.

Según la emisión de un Comunicado de las organizaciones de derechos humanos de Medellín, Comité impulsor de las Mesas de Derechos Humanos (Corpades) y la Corporación Nueva Gente, las autoridades no hicieron “nada para proteger su vida”.


Más allá de las fronteras

Por Jorge Iván Garduño

Durante siglos, el pueblo estonio ha sido dominado por diversas naciones que han visto en ellos la oportunidad de anexar a individuos con una mentalidad férrea, además de poseer una geografía rica en llanuras, suaves colinas y con algunos lagos, que al contemplarlas evocan los más celebres paisajes europeos en todas sus latitudes.
Alemanes, polacos, suecos y con mayor fuerza los rusos, son quienes han ejercido el poder dentro de las fronteras de Estonia, algunos adueñándose casi de la totalidad del país en más de una ocasión, otros incorporándola a su territorio y, finalmente, algunos otros conseguirían su dominio absoluto durante un siglo hasta el tratado de Nystadt en 1721, año en que fue cedida a Rusia durante el periodo de dominio zarista.
A finales del siglo XIX, la rusificación de Estonia comenzó su desmoronamiento con la oposición de algunas organizaciones sociales que desembocaron en conflictos nacionales, hasta que en 1924 se instauró un sistema dictatorial conocido como Laidoner; permitiendo que Rusia dominara al país de nueva cuenta tras algunas disputas con Alemania.
Luego de la perestroika y la caída del telón de acero en la década de 1990, el país de Europa del Este, Estonia, comenzó a construir un proyecto de nación que incluía la apertura paulatina de sus fronteras hacia occidente. A más de diez años, esa apertura no ha sido nada fácil y ha representado un gran esfuerzo, sobre todo para más de una generación para la que comunismo y represión habían sido lo único significativo en sus vidas.
Sin embargo, han surgido artistas, académicos, luchadores sociales e intelectuales que están aportando ideas novedosas a la cultura nacional e internacional en todos los ámbitos, tal es el caso de Tõnu Õnnepalu, quien nació en la capital de Estonia, Tallin, en 1962. Biólogo de profesión, es uno de los escritores más interesantes y conocidos a nivel mundial de aquella región.
Tõnu Õnnepalu crea una literatura de ruptura total, de una denuncia permanente en la que la inclusión cultural y la diversificación ideológica es distintiva frente a la situación límite donde quedan invalidadas todas las políticas asimilacionistas contemporáneas.
En 1993 publica, con el seudónimo de Emil Tode, su novela más representativa hasta hoy, Piiririik (País fronterizo), en la que nos presenta a un narrador que vive en una especie de exilio ‘indefinido’ en París, proveniente de un país del que nunca se menciona su nombre, pero del que se sabe forma parte de la Europa del Este y del extinto bloque comunista.
Piiririik está construida a partir de una serie de cartas, donde el emisor toma el papel de narrador anónimo y el receptor desentrañará los pensamientos y deseos de una existencia reprimida –planteando la homosexualidad como origen existencial.
Asimismo, el mundo occidental funge como escenario caótico en el que los relatos de sucesos traumáticos y a veces escandalosos, y sobre todo, el testimonio de una profunda crisis existencial llevarán al lector por intrincados callejones que buscan comprender las reglas de las sociedades occidentales.
Conforme avancemos en la lectura, esta novela formará una espiral de la que no podremos salir indiferentes, ya que en la búsqueda de la identidad de Angelo (o de su memoria que le dice quién es y de dónde viene) habremos de derribar fronteras de idiosincrasia, mismas que nos recuerdan lo frágiles, pero sobre todo humanos que siempre somos.
Con una prosa de admirable belleza, Tõnu Õnnepalu deja constancia en Piiririik de que las mayores fronteras son mentales, no físicas.

Fotógrafo, escritor y periodista mexicano


Calderón, culpable del allanamiento a centro de DH en Juárez: Caravana

En documento leído a su paso por Zacatecas, se condenó el ingreso de agentes federales al sitio.

Alonso Urrutia, enviado

Zacatecas, Zac. - Durante el mitin realizado por la Caravana por la Paz con Justicia y Dignidad en esta ciudad zacatecana, los integrantes formalizaron una condena al allanamiento de las instalaciones del Centro de Derechos Humanos Paso del Norte, ocurrido la noche de ayer domingo en Ciudad Juárez. En el documento leído por el poeta Javier Sicilia, se inculpó directamente al presidente Felipe Calderón de los sucesos.

“¿Qué busca el presidente Calderón en el Centro de Derechos Humanos Paso del Norte? ¿El expediente del dolor y la injusticia? ¿Las pruebas irrefutables de su incapacidad para garantizar la paz y la legalidad? ¿Qué guerra pretende ganar instruyendo a su gente a comportarse como delincuentes?”

Los hechos generaron indignación entre la caravana fueron asumidos como una agresión y provocación al movimiento toda vez que el citado centro, dirigido por el padre Oscar Enríquez, es el organismo de la sociedad civil encargado de la recepción de la caravana el próximo viernes.

En el documento leído se advierte que si con esta agresión se busca “que perdamos los estribos y que respondamos con violencia”, esta caravana no va a cooperar con esa espiral de violencia, y señalaron que “sus juegos de guerra nos lastiman y nos indignan y que vamos a desobedecer todo mandato de guerra e inhumanidad”.

La caravana salió esta mañana de San Luis Potosí con rumbo a la capital zacatecana, donde de nueva cuenta se escucharon testimonios de ciudadanos cuyos familiares han sido víctimas de secuestros, asesinatos o desapariciones.

Durante el mitin, incluso se escucharon algunos testimonios de madres de familia cuyos hijos laboraban para corporaciones policiacas que fueron levantados y desaparecidos en meses anteriores sin que hasta ahora se conozca su paradero.

En todos los casos, los denunciantes lamentaron la impunidad que ha tenido como respuesta, ya sean las autoridades federales o estatales, en los casos de desapariciones.

Antes, todavía en San Luis Potosí, la caravana cerró de manera simbólica la Minera San Xavier, al tiempo de denunciar el allanamiento de la sede del Centro de Derechos Humanos Paso del Norte en Ciudad Juárez (principal apoyo logístico de la Caravana en esa ciudad) por parte de elementos de la Policía Federal. Informó que elementos de esa corporación rompieron vidrios y candados para llevarse documentos.

Visiblemente molesto, Sicilia lanzó un reclamo directo al gobierno federal ” exijo al presidente Felipe Calderón que se investigue, que se nos garantice la seguridad de los ciudadanos de Juárez y de la Caravana entera, pues de qué se trata? Se trata de responder a la demandas éticas de la sociedad con violencia? Que se investigue y queremos una respuesta del presidente Calderón frente a este atropello. No podemos soportar esto”.

Al denunciar el asalto contra el centro dirigido por el padre Oscar Enríquez, el poeta dijo: “otra vez llamamos al gobierno, ¿qué mensaje nos están dando? ¿Van a pelear contra nosotros? ¿Nos van a acabar de matar? ¿Nos van a acabar de humillar?”

Pietro Ameglio, de los organizadores de la caravana y hombre cercano a Sicilia, calificó el asalto al Centro de derechos humanos Paso del Norte como una provocación a la Caravana. Parece que la imaginación del gobierno para responder a las demandas sociales sólo esta orientada a la violencia.

Informó que el Centro fue allanado anoche, cerca de las 20 horas, cuando ya no había nadie en el lugar. Dijo que 5 patrullas de la Policía Federal que rodearon el lugar para luego ingresar rompiendo vidrios y candados. Refirió que fue un claro mensaje porque no lo hicieron en la madrugada para que nadie los viera ni lo disfrazaron de un ataque del narcotráfico, sino que lo hicieron directamente y a una hora para que todo el mundo lo viera.

Mencionó que el citado Centro es el principal contacto de la Caravana en Ciudad Juárez para preparar los eventos del fin de semana relacionados con la firma del Pacto Ciudadano.

Por otro lado, miembros de la caravana clausuraron simbólicamente la Minera San Xavier por considerar que su operación es depredadora del medio ambiente y despojó a los habitantes del Cerro de San Pedro. Miembros del Frente Amplio Opositor a dicha empresa denunciaron el contubernio del poder judicial y los gobiernos federal y estatal para permitir su operación, a pesar de que existen violaciones a decretos que han considerado la zona como un área de conservación.

Por la noche y con casi tres horas de retraso, en un notable despliegue de seguridad, la Caravana arribó hacia las 22 horas a la capital de Durango, uno de los estados más golpeados por el crimen organizada. Pese a la tardanza, una gran cantidad de personas esperaron la llegada del poeta para darle una cálida recepción, entre gritos, consignas, música y denuncias. Durango no puede quedar en silencio, justifica un primer orador como preámbulo

Una mujer confía: “la verdad es que queríamos estar, porque a estas horas ya no salimos”. Coexistencia de sentimientos, desde el que se dice estar ya muy encabronado por tanto muerto, quien expresa su regocijo por la llegada de una caravana que dice, le da esperanza y las consignas que comienzan a generalizarse contra Calderón cuya política, dicen, ya no soportan.

Aquí tenemos una exposición de zapatos, dice una mujer al micrófono, “son nuestros muertos”. La expresión del hartazgo duranguense tiene muchas formas: de las tradicionales mantas hasta una madre que ha pintado en su hijo de meses un balazo en la cabeza, como el que ella misma se ha pintado en la cabeza.

En estos momentos comenzaba una larga cadena de testimonios de la guerra, dijeron, que ha dejado la política de Calderón. Se esperaba aún la participación de Sicilia.


Cuarenta y cuatro años de ocupación

Randa Nablusi*

Miles de israelíes de izquierda participan en Tel Aviv en una manifestación en apoyo de un Estado palestino basado en las fronteras de 1967

De nuevo el fatídico 5 de junio, concretando 44 años de ocupación. Terrible y última ocupación de los tiempos modernos, condenada internacionalmente. Una ocupación basada en el uso abundante de tecnología militar por parte de un Estado, en el robo de tierra a un pueblo y en instalarse durante 44 años a como dé lugar, confiscando las tierras por la fuerza de las armas y trayendo emigrantes de las cuatro esquinas del mundo para asentarse en contra del derecho internacional, poniendo a su servicio los recursos naturales e hídricos. Una colonización que controla la vida de las personas impidiendo cualquier progreso social, así como el desarrollo de sus recursos y privándolas de todas sus libertades día a día, y ni hablar de lo que respecta a la educación y al tránsito de personas, controlado a través de 650 puestos de control militar fijos, además de los “flotantes”, entre todas las ciudades y aldeas, que hacen de cada una de ellas una prisión a cielo abierto. Una colonización que se manifiesta por el cerco de más de 2 millones de personas en la franja de Gaza, sujetas a una política de hambre, con el abastecimiento de electricidad controlado, así como el combustible, los medicamentos y sus propias vidas, por invasiones diarias de ciudades de Cisjordania, que aumentan los prisioneros y los muertos, por el robo de tierra para la construcción de asentamientos y las autopistas que los unen, construcciones que llevan a la tala de cientos de miles de árboles y a la demolición de decenas de miles de casas.

Un tercio del pueblo palestino ha estado en cárceles israelíes por lo menos una vez a lo largo de estos 44 años, mientras 8 mil personas permanecen presas, 300 de ellas son niños, mil 500 enfermos, 38 mujeres, menores de edad y madres, 180 han pasado más de 20 años en prisión, nueve de ellos más de 53 años, 12 son congresistas electos (no todos son de Hamas como podría pensarse, como Marwan Bargouti, Ahmad Saadet, Hassan Youssif, Yamal Tirawi), 14 prisioneros en aislamiento por más de nueve años, como Hassan Salamee, Ahmad Mougrabi y Mahmoud Aissa. Más de 250 presos administrativos, sin saber por qué están en prisión, sin acusación y sin juicio por más de cinco años. Una estadística documentada señala que el número de detenidos desde el inicio de la ocupación hasta ahora sobrepasa los 850 mil, entre los cuales 630 mil estuvieron presos en el periodo entre 1968 y 1994 (fecha de instalación de la Autoridad Nacional Palestina, ANP), lo que nos da una media de mil 950 personas por mes. Este número sube y baja incluso con la presencia de la ANP debido a violaciones de las fuerzas israelíes que invaden diariamente las ciudades y aldeas de Cisjordania, aprehendiendo y asesinando a voluntad. No se respeta la Cuarta Convención de Ginebra en ninguna de estas prisiones.

Cuarenta y cuatro años han pasado y los números continúan creciendo, así como el dolor y el sufrimiento. Las vidas oscilan entre la negación de la libertad en las prisiones israelíes y la tortura y humillación en cárceles primitivas creadas en el desierto, como la de Nafha. Niños crecen en las prisiones, madres dan a luz, ancianos y jóvenes mueren después de largos años pasados en esta situación (200 personas han muerto en las cárceles desde 1967) o debido a la detención y tortura (120 presos). Vidas hechas en prisiones israelíes con las autoridades presidiarias que determinan la cantidad de alimentos, el color de la ropa (una ley recientemente aprobada por la administración penitenciaria designa el color naranja para la ropa de los prisioneros, una determinación fuertemente rechazada por los presos palestinos) y que controlan hasta el aire que respiran, y si lo consideran necesario, controlan la naturaleza de los tratamientos médicos si es que otorgan el acceso a los mismos y las visitas de los familiares, pese a que un prisionero está autorizado a recibir, una vez por mes, la visita de un pariente cercano. Visita que sólo tiene lugar si la familia consigue obtener una autorización difícilmente otorgada y pasar por cientos de puestos de control militar. Los prisioneros de la franja de Gaza no han tenido visitas durante los últimos cuatro años y medio.

Israel deliberadamente castiga colectivamente a las familias de los presos, aprehendiendo a madres y esposas y demoliendo sus casas en una violación explícita de la Cuarta Convención de Ginebra. Más todavía, Israel es capaz de castigar a un ser humano incluso después de su muerte mediante la detención de cientos de cuerpo de mártires en fosas comunes, lo que priva a sus familias de darles el último adiós y enterrarlos de acuerdo con los rituales islámicos o cristianos, según sea su religión. Tresciento veinte prisioneros que fallecieron durante estos años aún permanecen en estas fosas comunes, cerca de Jericó.

Semanalmente a lo largo de estos años, representantes de 8 mil prisioneros que permanecen en prisiones israelíes se concentran frente a la Cruz Roja Internacional en Cisjordania y la franja de Gaza, en espera hacer llegar su voz al mundo.

No es verdad que esté amenazada la existencia de Israel porque las conversaciones de paz están basadas en “tierra por paz”: todos los territorios ocupados a cambio de una paz global, mas Israel, un Estado expansionista, quiere tierra y paz al mismo tiempo. Este fue un principio aprobado por la legitimidad internacional y representa la esencia de la iniciativa árabe, que también fue aprobada por la Conferencia Islámica.
La paz no puede ser alcanzada mientras la construcción de asentamientos continúe. No hay asentamientos legales y otros ilegales. Todo lo que fue construido por Israel en los territorios ocupados en 1967 es ilegal y los colonos nos han enseñado una nueva forma de colonialismo condenado y rechazado por todo el mundo. Ningún país apoya la política israelí de colonización, incluyendo a Estados Unidos.
Hasta la fecha han sido construidos 144 asentamientos sobre 3.3 por ciento de Cisjordania, además de los puestos de avanzada (105). En estos asentamientos ilegales vive medio millón de colonos, 55 por ciento de ellos sólo en Jerusalén oriental.

Decenas de resoluciones de la ONU y decisiones de la Legitimidad Internacional han ya condenado esta colonización, así como lo hicieron el Cuarteto, la Unión Europea y Estados Unidos. Aún así, Israel continúa ejerciendo su política de indiferencia construyendo asentamientos en tierras palestinas robadas por la fuerza de las armas a sus propietarios.

Al nivel de pérdidas humanas, han muerto, desde el inicio de la ocupación, 27 mil personas, mientras que 160 mil han sido heridas y más de 850 mil hechas prisioneras. En cuanto a las pérdidas materiales, es difícil cuantificarlas o dar una estimación, pero baste saber que, de 2000 a 2007, Israel taló un millón 600 mil olivos.

El número de casas destruidas desde 2000 asciende a 77 mil 433. Fue emitida por las autoridades israelíes una decisión de demoler más de 5 mil viviendas en la llamada “zona C”, área bajo total control de Israel, entre 2000 y 2008. Además, hay 3 mil casas en espera de un fallo sobre su demolición, la mayoría en Jerusalén.

Ni qué decir respecto a 2008, un año en que las negociaciones de paz estaban en curso: los primeros tres meses las fuerzas israelíes demolieron 124 casas, número superior a todas las demoliciones que tuvieron lugar durante 2007 (107 viviendas). Estas cifras no incluyen la demolición de casas y edificios en Jerusalén, y para tener una idea sobre el crimen que ocurre en Jerusalén basta señalar que las demoliciones que estaban previstas en esta ciudad comenzaron en 1967 con la destrucción de 8 mil 500 casas desde sus ocupaciones. Así, fue destruido por ejemplo el barrio de Al Magareba, con sus 135 edificios que incluyen escuelas y hospitales. También fueron destruidas 500 viviendas y edificios en las cercanías de la Explanada de las Mezquitas, para poder construir una plaza frente al Muro de las Lamentaciones. Tres aldeas del distrito de Jerusalén –Emaús, Balu y Beit Nuba– tuvieron el mismo destino luego de la demolición de 500 mil de sus casas y edificios.

En lugar de todo aquello que ha sido destruido se han construido asentamientos que aíslan a Jerusalén de su entorno árabe y hacen que el acceso a la ciudad exija un permiso especial raramente concedido por las autoridades israelíes. Subráyese que éstas confiscan los documentos de identificación de los habitantes de Jerusalén; en este sentido, entre 1967 y 2000, de acuerdo con documentos del Ministerio del Interior israelí, han sido confiscados 8 mil 269 documentos de identidad de jefes de familias palestinas de Jerusalén, lo que trajo como consecuencia la abolición de las cédulas de identidad de otros miembros de su familia, y así se lleva a cabo una política de vaciamiento de la ciudad de su población árabe (musulmanes y cristianos).

A pesar de que la comunidad internacional y las resoluciones de Naciones Unidas confirman la ilegalidad de la anexión de Jerusalén, Israel continúa lidiando con la anexión como un hecho consumado y enfrenta con indiferencia el rechazo de todos los estados del mundo de este hecho y su negativa a transferir sus embajadas de Tel Aviv a Jerusalén. Todas las declaraciones de la Unión Europea, de Estados Unidos y de todos los países del mundo condenan la anexión de Jerusalén y se rehúsan a reconocerla como capital de Israel.

Israel continúa construyendo el muro de separación racista a pesar de las resoluciones de Naciones Unidas y del Tribunal Internacional de Justicia de La Haya. Obsérvese que si el muro fuera construido realmente por razones de seguridad, como Israel alega, debería ser edificado sobre las fronteras de 1967, pero la realidad es que este muro roba un tercio de Cisjordania y del valle del Jordán y confisca los recursos hídricos subterráneos, lo que transforma los centros habitacionales palestinos en guetos semejantes a los del apartheid en Sudáfrica. Semanalmente y por más de cinco años, haya lluvia o sol, los palestinos y extranjeros solidarios organizan protestas junto al muro en las aldeas de Baalin, Naalim y Al Maazara. Semanalmente son objeto de agresiones por parte de las fuerzas de ocupación israelíes con balas de goma y gas lacrimógeno y a veces con balas reales. Semanalmente hay heridos y, a veces, asesinados.

Sobre el robo de los recursos acuíferos, los palestinos toman 270 millones de metros cúbicos anualmente, 150 en Cisjordania y 120 en la franja de Gaza, en tanto que necesitan 400 millones. Mientras que Israel confisca 26 pozos tras el muro, después de 44 años de ocupación 58 por ciento de las familias están bajo la línea de extrema pobreza.

Una generación ha nacido y crecido y ahora tiene 44 años sin haber gozado de libertad un solo día. Libertad que es el mayor valor humano. Por otro lado, hay otra generación que nació en Israel y creció y cumplió 44 años viendo que su país ocupa la tierra de otro pueblo, robando su tierra, recursos y libertad, inmolándole, y muchos de ellos no sienten vergüenza de ser parte del ocupante.

El pueblo palestino, desde el primer momento de la ocupación, ha peleado por su independencia, desde la lucha militar por los grupos de fedayines hasta la primera y segunda intifada, que fueron piedras contra Merkaba (tanques) y pechos desnudos contra balas. En los 44 años la ocupación ha sido siempre rechazada, no se lucha por algunos kilómetros aquí y otros allá sino que es un desacuerdo sobre principios. No se puede, de ninguna manera, dar legitimidad a la anexión de territorios por la fuerza de las armas. La colonización en su esencia es inaceptable, y son inaceptables también todas sus consecuencias, como la construcción de asentamientos o el muro de separación. Cualquier desdén de Israel por este hecho sólo fortalecerá el extremismo y llevará a toda la región a un flagelo de violencia.

Todas las acusaciones que se arguyen sobre la amenaza a la seguridad de Israel son verdaderas, sobre la seguridad de Israel y no sobre su existencia, pues la diferencia entre los dos conceptos es bien clara. La seguridad de Israel continuará amenazada si mantiene los territorios palestinos ocupados, pues el pueblo palestino no permanecerá convencido del camino de las negociaciones de paz por siempre si Israel continúa con su política de arrogancia e intimidación de este pueblo por la fuerza de la tecnología de guerra. Continuar humillando al pueblo palestino, robando sus riquezas y reteniendo su libertad va contra todo lo que el derecho internacional defiende.
Es obvio que el pueblo palestino no puede derrotar a Israel, pero Israel tampoco tiene el poder de exterminar a los palestinos, que rechazarán siempre la ocupación y exigirán el legítimo derecho de establecer su Estado independiente con Jerusalén oriental como su capital. La negativa israelí a pagar las exigencias de la paz mantendrá la puerta abierta para una mayor violencia y es receta infalible para el aumento del extremismo, que nadie puede prever hasta donde llegará.
El pueblo palestino tiene todo el derecho al establecimiento de su Estado libre e independiente con Jerusalén oriental como su capital. La “tierra por paz” fue el eslogan de la “paz de los valientes” y fue la base de las negociaciones que aceptamos tener con Israel, pero Tel Aviv ha hecho todo para escapar de las exigencias de ese principio y se siente seguro de que las naciones del mundo no tomarán medidas, más allá de condenar, exigir o esperar.

¿Ya no bastan las cientos de resoluciones de la Asamblea General y del Consejo de Seguridad, así como del Tribunal Internacional de Justicia para resolver esta cuestión? ¿Será que no ha llegado el momento de presionar y sancionar a Israel para poner fin a la ocupación? Cuarenta y cuatro años de complacencia y negativismo por parte de la comunidad internacional que ya ha condenado, tal como condenó los hechos consumados que Israel ejerce y quiere que los palestinos y el mundo acepten, algo que es rechazado por todos.

Ya han sido ejercidas sanciones y presiones sobre países que violan el derecho internacional, los derechos humanos y la legitimidad internacional. No basta condenar la ocupación, es preciso ponerle fin pues el pueblo palestino ya ha concedido 18 años de negociaciones, los cuales podrían haber servido para construir y desarrollar su Estado independiente en las fronteras de 1967, tal como garantizan la legitimidad internacional y las resoluciones de Naciones Unidas. Cuarenta y cuatro años de ocupación son más que suficiente. Basta ya.
*Embajadora de Palestina en México.


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