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Jornada de la cultura cubana y medios digitales

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Por Miguel Crispín Sotomayor
Cuando el mundo comenzó a globalizarse fueron muchas las polémicas y todavía las hay, pero finalmente la globalización se impuso con sus virtudes y defectos. Lo mismo ha estado sucediendo y sucederá con la Revolución Digital en la que hasta ahora solo una parte de la población mundial está envuelta. Incluso en época de crisis, el acceso y participación en ella y a sus beneficios son más evidentes en los países desarrollados que en los del tercer mundo, donde alimentarse, vestirse y techarse, así como alcanzar educación y salud, siguen siendo necesidades de primer orden sin resolver.
La digitalización se ha estado extendiendo sobre la mayor parte del conocimiento y la actividad humana, está en las artes, las letras, las ciencias, las actividades económicas y hasta en el entretenimiento. Y muchas de las costumbres y tradiciones van pasando a ser recuerdos de un pasado cercano, pero que cada vez será más remoto; y los jóvenes, como en todas las revoluciones, están más preparados para olvidar e interpretar y sumarse a los cambios. Los tradicionalistas tendrán que apresurarse en comprender eso e incorporarse o dar paso a los más capacitados para ese afortunado e inevitable fin, que es el desarrollo.
En la cultura se ha ido haciendo cotidiano encontrarse con palabras como arte digital, música digitalizada, libros electrónicos (e-book), revistas digitales de arte y literatura, por solo mencionar algunas. Y en Internet son incontables los sitios que brindan información al respecto. Ese es el mundo en que nos encontramos.
Hoy se editan y venden casi tres veces más libros digitales o electrónicos que en el formato tradicional. El número de revistas literarias, blogs y periódicos digitales que se publican, son muchísimas veces superiores en número con respecto a las ediciones en papel, y similares en calidad. Algo parecido sucede con la música. Cada formato tiene sus ventajas y desventajas, pero el digital se va imponiendo. Y solo quienes no sean capaces de entenderlo seguirán pensando que lo único con valor es lo que está en papel o material y actuarán en consecuencia.
En el caso de Cuba, y a pesar de los obstáculos del bloqueo de los Estados Unidos para acceder a tecnologías de avanzada y al libre acceso a Internet; la situación económica interna por causas bien conocidas; y la inmovilidad, la ignorancia o la inocente incomprensión de algunos y/o algunas instituciones; la inteligencia y el empeño nos ha permitido lograr importantes avances en el uso de los medios digitales en la cultura. Evidencia de ello fue la “II Jornada de la Cultura Cubana en Medios Digitales”, que organizada por el Portal de la Cultura Cubana (CUBARTE) sesionó en la Casa del ALBA Cultural de La Habana, entre los días 14 y 16 del presente mes.
Durante la Jornada se realizaron paneles que valoraron ponencias como la positiva evolución que ha tenido Cubarte en sus diez años de existencia; “La convergencia de las nuevas tecnologías y las multimedia”; “Novedades y exigencias del periodismo cultural digital…”; “Desafíos del comercio de la música cubana en Internet”; “La socialización de los contenidos digitales en función de la masificación de la cultura…”; “El uso de las tecnologías digitales y sus resultados en la promoción del universo cultural cubano. Uso de las redes sociales y los blogs”; “Experiencias y posibilidades que ofrecen las revistas digitales”, entre otras.
También, se proyectó el video conferencia de Hervé Fisher , Presidente de la Federación Internacional de Multimedia, “ La convergencia de las nuevas tecnologías y la multimedia”, asimismo se presentó una multimedia sobre la orquesta “Van Van”.
Aunque todos los temas fueron importantes, pues permitieron valorar el avance alcanzado, compartir experiencias y proyectarse hacia objetivos y resultados superiores, considero que el principal logro de la Jornada fue mostrar cuanto se puede hacer y cuantos obstáculos se pueden salvar, cuando la inteligencia, el empeño, el optimismo y el entusiasmo se unen. Y la consiguiente contribución al necesario cambio de mentalidad, para que lejos de quejarnos por lo que nos falta nos ocupemos de optimizar el uso de lo que tenemos.
El evento finalizó con la entrega del Premio Palma Digital 2011 al Centro Dulce María Loinaz, Arteamérica de la Casa de las Américas y al Museo Casa Natal de José Martí; el otorgamiento de Premios Especiales, por su eficacia en la labor de promoción de los valores de nuestra cultura a la Revista Literaria La Jiribilla y al Centro Pablo de la Torriente Brau; y el anuncio por Rafael de la Osa, director de Cubarte, de la participación de los países que integran la Alternativa Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América en próximas ediciones.

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