subscribe: Posts | Comments

Reforma laboral

0 comments

Héctor Barragán Valencia

España puede ser un buen referente para que los mexicanos veamos los efectos de la reforma laboral. El cambio a la ley del trabajo consiste fundamentalmente en facilitar y abaratar los despidos. El objetivo teórico que se persigue es que las empresas reduzcan sus costos laborales, mejoren su productividad y eviten la quiebra, de modo que durante las crisis disminuyan al mínimo su plantilla laboral y la incremente en los periodos de auge. Así, dicen, se protege el empleo.

En la vida real esto no suele ocurrir, pues el desarrollo tecnológico hace innecesario que las empresas que logran superar una crisis contraten más trabajadores, y que los nuevos empleos sean mínimos, muy mal pagados, y con prestaciones y derechos laborales aún más exiguos. Se achica el mercado interno y se coadyuva a que una recesión se ahonde.

Además, la flexibilidad laboral favorece que la balanza de poder se incline hacia el empresario. El efecto consecuente es una mayor desigualdad debido a que auspicia la concentración del poder y de la riqueza. Pero sobre todo tiene graves efectos negativos civilizatorios. El pasado 17 de febrero cuatro abogados españoles escribieron un magnífico análisis en el diario El País que titularon La destrucción del derecho laboral. Acerca de la flexibilidad y desregulación del mercado laboral dicen: “Los trabajadores, a partir de ahora, han de temer que les puedan despedir más fácilmente, y tendrán aún menos fuerza para oponerse a posibles decisiones de la empresa contrarias a la ley. De hecho, ni se atreverán a denunciar las arbitrariedades ante los tribunales, porque se encontrarán con que, incluso en el caso de que éstos les den la razón, tal decisión no comportará el restablecimiento de sus derechos. La empresa se librará pagando un precio módico. Es decir, la empresa podrá comprar con dinero el silencio de la justicia”.

Afirman, con razón, que “el código jurídico es un instrumento civilizador de la relaciones humanas”. Y agregan: “El Derecho del Trabajo trataba de canalizar la confrontación que comporta la misma naturaleza del trabajo por cuenta ajena y proporcionaba amparo al trabajador que se proponía establecer una relación laboral desde una posición solitaria, aislada y por lo tanto, débil. El Derecho disciplinaba, además, la acción colectiva de los trabajadores a través de la dinámica sindical”.

Todo sugiere que va a resurgir la “lucha de clases”. La destrucción del Estado de derecho constitucional nos llevará otra vez a la barricada y a la guerra civil de baja o alta intensidad. Es un paso atrás en el proceso civilizatorio. Este es el legado del neoliberalismo.

Leave a Reply