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EL AVAL DEL RECTOR

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Alberto Híjar Serrano

Hace mal el rector de la UNAM al avalar las reuniones de los falsos salvadores de México. El prestigio de la más importante universidad de Nuestra América no tiene por qué comprometerse con los acuerdos de los dueños de los consorcios de la industria del espectáculo y la comunicación, no sólo por su seguro incumplimiento sino porque repiten un recurso publicitario ya experimentado por los Acuerdos de Chapultepec convocados por el más adinerado del mundo, según Forbes, para que no pasara nada.

Los efímeros resultados publicitarios promovidos por los firmantes a la par de su arrebatinga de contratos y prebendas de Estado, son exaltados por locutores y periodistas quedabien sin considerar la gran mentira que los fundamenta. En efecto, los mismos servidores del saqueo del país, de la explotación de los trabajadores despojados de sus derechos históricos, los criminalizadores de las protestas sociales organizadas, los protectores de criminales como Larrea del Grupo México, en segundo lugar entre los más adinerados del país, los que nada aclaran de los asesinatos y masacres contra defensores de derechos humanos, periodistas y civiles inocentes, los que día con día se pliegan a los dictados del gobierno mundializado por el BM, FMI y OCDE, los que sostienen al frente de la Seguridad Nacional a un distinguido represor del pueblo probado en Atenco, los que no siguen los diarios reportes de policías asociados con las mafias, son los que ahora convocan a la unidad contra la violencia en un documento leído por quienes día con día mienten, opinan y callan en beneficio de la oligarquía.

El rector de la UNAM se queja de los recortes presupuestarios y para resolverlos procura participar en los actos del mal gobierno. Por estos días, enfrenta el problema de los 150 mil aspirantes a ingresar a la UNAM de los cuales solo 10% serán aceptados. Avalar el documento sobre comunicación y violencia contenta a los consejos empresariales influyentes en la UNAM cuya Junta de Gobierno se parece más a una cámara de consorcios que a una estructura de autonomía universitaria. Si en esa Junta de Gobierno totalmente antidemocrática figuran académicos es porque son electos entre los que jamás se atreven a criticar al Estado y menos a las caducas formas del poder universitario.

Cuando el Rector declara su apoyo a los malos gobernantes y a sus efímeros proyectos de relumbrón, sabe que lastima a los cientos de universitarios críticos que jamás tendrán acceso a las televisoras cualquiera que sean o a las radiodifusoras o a la prensa donde no cabe la crítica radical, la que va a la raíz de las cosas y no sólo a sus maquillables apariencias.

Si hay universitarios en los opinaderos característicos de los medios con amplio patrocinio empresarial y estatal, es porque están al servicio de la defensa del Estado a toda costa. Jamás aparecerán por ahí sino bajo presión social extrema como en el caso de los minutos ocupados por el Secretario General del SME como concesión obligada de Milenio. Jamás tendrán tiempo al aire las organizaciones defensoras de los derechos humanos, del territorio nacional arrasado por consorcios turísticos, mineras y generadores de energía transnacionales, opositores de presas y caminos urbanos y rurales destructores de comunidades hasta el exterminio anual sufrido por los pobres inundados de medio país. Los opinaderos articulan las cifras de los funcionarios invitados con los comentarios superficiales y ocasionistas de autoridades académicas sin el tiempo y la forma suficientes para objetar, explicar y proponer soluciones. Peor les va cuando se les incluye en el foro de algún payaso autorizado para burlarse de los críticos del Estado o de los empleados más torpes victimados por cumplir órdenes superiores. Quienes hoy suscriben el acuerdo de comunicación por la no violencia han defendido a los violadores y asesinos de Atenco y han llevado al comandante del Progrom hasta la Secretaria de Seguridad Nacional y al responsable administrativo Peña Nieto lo hacen precandidato a la Presidencia. Son los mismos capaces de seguir al minuto los avatares de Kalimba o de la selección de futbol pero nada informan de los 2500 huérfanos de Juárez, de los asesinatos en serie de familias enteras, del asesino liberado por tres jueces corruptos que han renunciado para evitar el juicio político y seguir impunes, sobre el matón general Villa Castillo premiado con alto cargo en Quintana Roo pese a sus declaraciones de torturar y matar primero y averiguar después. A cambio y en su homenaje, los sábados por la tarde en horario familiar pueden verse en televisión películas yanquis violentísimas.

Buena contribución a la comunicación crítica seria abrir la Revista Universidad, la radio difusora, la televisora, la Gaceta Universitaria, las editoriales y los foros, a las organizaciones universitarias reflexivas. Se ganaría audiencia si se hiciera una encuesta sobre la programación y publicación en los medios universitarios para descubrir que no hay quien pueda mencionar una columna, un programa, una colección de libros que critique la grave situación actual. Pequeñas mafias se reparten la difusión y la extensión cultural para gozar de ediciones que sólo importan a ellos mismos, los ponentes e invitados a congresos y premiaciones sectarias. Sólo a gritos y con pancartas puede haber presencia crítica efímera como cuando la familia de Lucia Morett, la valiosa testigo sobreviviente de la masacre de Sucumbíos ya graduada en Letras Dramáticas y Teatro a pesar de todos los pesares, pudo saludar a Eduardo Galeano ante el disgusto de los representantes de Rectoría. Todo esto explica pero no justifica la obsequiosa participación del Rector en cuanto jolgorio del poder espurio se organiza. Ya saben los reporteros de los noticieros desinformadores que hay que ponerle cámara y micrófono enfrente para que salude y aplauda cualquier farsa. El Señor rector está en espera de que le ofrezcan chamba el próximo sexenio para decidir si renuncia a la reelección segura ante su dócil desempeño ante el poder. ¡Qué pena por la UNAM que las cosas sean así!

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