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Lanzan Día Internacional Anti-Chevron

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Distintos pueblos considerados víctimas de las prácticas de la petrolera Chevron, en Ecuador, Argentina, Estados Unidos, Nigeria y Rumania, lanzaron el Día Internacional Anti-Chevron con el objetivo de poner al descubierto el accionar criminal de la compañía estadounidense. La jornada mundial de rechazo a la multinacional se realizará el próximo 21 de mayo, una semana antes de que se lleve a cabo la junta de accionistas de Chevron en Texas (Estados Unidos), a la cual se sumarán acciones en otros tantos países. Son miles -y cada día más- las personas afectadas por su “modus operandi” en todo el mundo, mediante la violación sistemática de los derechos de los pueblos, la depredación de la tierra donde opera, y la negación a la reparación y resarcimiento por los daños ocasionados. Se trata de una de las compañías más poderosas del mundo, y una pieza clave de la política exterior de Estados Unidos.

Distintos pueblos considerados víctimas de las prácticas de la petrolera Chevron, en Ecuador, Argentina, Estados Unidos, Nigeria y Rumania, lanzaron el Día Internacional Anti-Chevron con el objetivo de poner al descubierto el accionar criminal de la compañía estadounidense. La jornada mundial de rechazo a la multinacional se realizará el próximo 21 de mayo, una semana antes de que se lleve a cabo la junta de accionistas de Chevron en Texas (Estados Unidos), a la cual se sumarán acciones en Brasil, España, Francia, entre otros países, de acuerdo a la declaración de los afectados.

La iniciativa busca aunar el reclamo de las víctimas de la petrolera en diversos países, denunciando, la devastación de miles de hectáreas de suelo y millas marítimas, por su operación irresponsable y ambiciosa; la contaminación -voluntariamente- de agua, manteniendo a miles personas privadas de su derecho a la salud y a un ambiente sano; el aniquilamiento de pueblos indígenas y la discriminación de los habitantes donde opera; la provocación -a través de sus prácticas negligentes- de enfermedades respiratorias, reproductivas y cáncer en miles de personas.

Asimismo, la acusan de sobreponer sus intereses económicos por sobre los derechos de las personas y la naturaleza; de violentar el derecho a la autodeterminación de los pueblos al impulsar la cuestionada técnica del fracking -para la extracción de los hidrocarburos no convencionales-; de irrespetar y abusar los derechos de los trabajadores en virtud de la productividad de la compañía.

Además, advierten sobre el abuso de su poderío económico y político para acallar la voz de quienes reclaman a la compañía para que asuma su responsabilidad; el uso de fuerzas militares para la seguridad privada de la compañía, con prácticas violentas en contra de los ciudadanos; el irrespeto de los sistemas jurídicos nacionales e internacionales con el fin de maximizar sus ganancias; el ocultamiento detrás de docenas de subsidiarias para evadir sus responsabilidades así como el derroche de innumerables recursos económicos para limpiar su imagen en lugar de reparar los derechos vulnerados.

Chevron mata y depreda

Con ganancias de 262 mil millones de dólares en 2013 e ingresos superiores al PBI de al menos 139 naciones, Chevron se consolida como una de las compañías más poderosas del mundo, ubicada en 180 países, con más de 11 mil millones de barriles de crudo. Es una pieza clave de la política exterior de Estados Unidos, regida bajo una lógica monopólica, militar e intervencionista que se consolida tras la fusión Chevron-Texaco, la creación de Caltex y la compra de Unocal, alianzas claves de su éxito. Juega las veces de tentáculo de la Casa Blanca, es garantía de que la potencia contará con los suficientes recursos energéticos para impedir la pérdida de hegemonía y mantener sus altos niveles de consumo de energía.

Bajo su imperio, son miles -y cada día más- las personas afectadas por su “modus operandi” a lo largo y ancho de todo el mundo, mediante la violación sistemática de los derechos de los pueblos, la depredación de la tierra donde opera, y la negación a la reparación y resarcimiento por los daños ocasionados.

Ecuador. A raíz de las operaciones realizadas por Texaco -fusionada en 2001 con
Chevron- en la zona de Lago Agrio de la selva ecuatoriana, durante 1964 y 1990, contaminó 450 mil hectáreas del Amazonas en las que vivían 35 mil pobladores. El vertimiento de desechos provenientes de las perforaciones en fosas no revestidas, produjo un gran impacto en la flora y fauna de la región, la desaparición de dos comunidades nativas y la desterritorialización de cinco de ellas. Tras 20 años de procesos judiciales la justicia ecuatoriana determinó la culpabilidad de la multinacional en los hechos, obligándola a pagar una indemnización por los daños ocasionados. Sin embargo la petrolera se rehúsa a pagar, al tiempo que lleva adelante una campaña de desprestigio contra el Estado ecuatoriano y la criminalización de sus víctimas y representantes.

Argentina. Chevron firmó un convenio el año pasado con la petrolera YPF para la explotación de hidrocarburos no convencionales a través de la técnica de la fractura hidráulica en la provincia de Neuquén, en el yacimiento de Vaca Muerta. El acuerdo, fuertemente rechazado por el pueblo argentino, implica un aumento de la extracción sumamente agresiva así como viola los derechos de la comunidad Mapuche sobre su territorio ancestral. El acuerdo entre la petrolera estadounidense y la recién estatizada empresa argentina fue aprobado mediante la militarización de la Legislatura y la represión de manifestantes.

Estados Unidos. En el estado de California, la refinería de Chevron en la ciudad de Richmond produjo enfermedades respiratorias y cardiovasculares, así como muerte por cáncer a los habitantes de la zona. Asimismo, durante el 2012 un incendio en la refinería ocasionado por deficiencias en las instalaciones y fallas en las medidas de seguridad acarreó aún más complicaciones en la salud de los habitantes. La ciudad de Richmond demandó judicialmente a la petrolera, que ya había generado decenas incidentes similares en los últimos 20 años, por lo que deberá pagar una indemnización a la población por los daños ocasionados.

Nigeria. El desarrollo de la actividad petrolera de Chevron-Texaco en la comunidad de Ilaje a partir de 1962 y en Okan a partir de 1968, produjo la pérdida de la fuente de agua dulce, la crisis de la pesca y generó movimientos sísmicos.

Frente a esta situación se desencadenó una pacífica protesta a lo que la empresa respondió con disparos desde helicópteros y lanchas de la empresa en más de una ocasión. Los hechos implicaron asesinatos, quema de casas y torturas con el objetivo de aclarar que la empresa no estaba dispuesta a otorgar empleo ni compensaciones por los daños ambientales.

Rumania. Rumania posee el 10 por ciento de las reservas europeas de gas de esquisto, lo que ha colocado a su pueblo en el centro de la batalla contra el fracking. Desde un inicio las licencias de explotación fueron otorgadas a Chevron en violación a acuerdos nacionales, por lo cual los pobladores de Dobrogea, Vaslui, Bucarest y otras localidades organizaron referendos y protestas. En respuesta el Estado envió a reprimir mediante las fuerzas policiales. Los rumanos denuncian la violación de derechos constitucionales a la libertad de expresión, libre movilidad y libre asociación.

Chevron enfrenta serias acusaciones en tantos otros lugares como Canadá, Angola, Birmania, Brasil, China, Colombia, Francia, Indonesia, Irak, Kazajstán, Filipinas, Perú, Tailandia, Turkmenistán, Reino Unido, Australia y los estados de Alaska, Utah, y Mississippi en Estados Unidos.

Fuente PIA Internacional

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