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Estados Unidos: Clase media y elecciones

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Alberto Ampuero

El presidente Barack Obama pidió al Congreso bajar los impuestos a la clase media y subirlos a los ricos.

“No estoy proponiendo nada radical”, ha asegurado Obama “sólo quiero que el 98% de la población que gana menos de 250.000 dólares al año conserve sus ventajas fiscales y eliminarlas para el 2% que supera esa cifra”.

Traducido a los tipos impositivos actuales, Obama propone mantener por debajo del 30% todos aquellos ingresos de menos de 250,000 dólares y elevar al 39% los que estén por encima de esa cantidad.

El presidente aseguró que este es el mejor modo de crear puestos de trabajo y de devolver la prosperidad a la mayoría de la población.

Los republicanos no comparten esa visión y esgrimen dos argumentos: que los impuestos sobre plusvalías bajos son un principio consagrado por el tiempo, y que se necesitan para fomentar el crecimiento económico y la creación de puestos de trabajo.

Ambas afirmaciones son falsas. Los días en que los super ricos pagaban impuestos mucho más altos no son tan lejanos, dice el Nobel de economía Paul Krugman. Durante el primer mandato de Clinton, los 400 contribuyentes con las rentas más altas pagaban cerca del 30% de sus ingresos en impuestos federales
Los bajos impuestos de los muy ricos también son un acontecimiento reciente, dice Krugman, se remontan a 1997, cuando Clinton alcanzó un pacto con los republicanos en el Congreso por el cual redujo los impuestos para los ricos a cambio de la creación del Programa de Seguro de Salud Infantil.

Y los impuestos ultra-bajos de hoy en día no se introdujeron hasta 2003, con el expresidente George W. Bush. En 2008, estos contribuyentes pagaron solo el 18,1% de sus ingresos en impuestos sobre la renta federales; en 2007 pagaron solo el 16,6%.

Y está claro también que no funciona la idea de que los impuestos super bajos para los super ricos sean la clave de la prosperidad. Durante aquel primer mandato de Clinton, cuando los muy ricos pagaban impuestos mucho más altos que ahora, la economía creó 11,5 millones de puestos de trabajo, lo cual no fue logrado durante los años buenos del Gobierno de Bush.

Entonces, ¿Hay una buena razón por la que la carga fiscal de los ricos deba ser tan increíblemente ligera?

Obama insistió, desde la Casa Blanca, que el motor generador de empleos no está entre quienes ganan más de 250 mil dólares al año.

“Las personas que crean la mayoría de los nuevos empleos en Estados Unidos son propietarios de pequeños negocios”, sostuvo, al argumentar que la extensión que propone beneficiaría a 97 por ciento de los dueños de pequeños negocios.
Mas cuando la crisis económica estadounidense los ha golpeado con la máxima fuerza y no han recibido nada que se parezca al billón de dólares de rescate que se entregó a Wall Street para mejorar su apurada situación socioeconómica

El llamamiento de Obama de bajar los impuestos de la clase media y subirlos a los ricos coincide con el día que se conocieron las decepcionantes cifras del desempleo.La economía de Estados Unidos generó un total de 80,000 nuevos puestos de trabajo a lo largo del pasado mes de junio, una cifra insuficiente para mejorar el desempleo que sigue estable en 12,7 millones

Y mientras los demócratas, generalmente, quieren que esta super-élite haga por lo menos una cierta contribución a la reducción del déficit, los republicanos desean cortar los impuestos de la super-élite

El debate está centrado en torno a una ley de la Administración de George Bush que contemplaba reducciones de impuestos al conjunto de la población. Pese a que Obama se opone a esa ley, ya la prorrogó una vez para evitar una confrontación con el Congreso, dominado por los republicanos.

Esa ley se encuentra ante un nuevo plazo de expiración a finales de este año, y esta vez Obama afirma que no está dispuesto a extenderla de forma general

Puesto que es prácticamente imposible que demócratas y republicanos se pongan de acuerdo sobre la extensión de esa ley antes de las elecciones de noviembre, será en las urnas donde se decida el futuro modelo impositivo del país

No obstante, la decisión de reinstaurar la discusión sobre el tema toma otra relevancia en plena campaña electoral. Así, Obama reforzó su defensa por la clase media frente a su adversario a la presidencia, Mitt Romney, quien junto a la mayoría de los republicanos apoya los recortes de impuestos a los más ricos. En ese sentido, Obama, que busca otros cuatro años más en Washington, convocó a los ciudadanos a acompañar su propuesta. “El futuro de la reducción impositiva para los estadounidenses más adinerados será decidido por los resultados de la próxima elección. Mi oponente peleará por dejarlos en su lugar. Yo pelearé por terminar con ellos”, afirmó.

Alberto Ampuero es periodista de Riverside, California.

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