Mensaje-Semblanza de Raquel Seoane

Escrito para la EUTP, CLETA-UNAM por Williams Sayago
2012-03-24

Queridos compañeros de la Escuela Universitaria de Teatro Popular CLETA-UNAM, hablar de Raquel es hablar de la historia del teatro Independiente, es hablar de Brech, Barleta, Boal, Buenaventura y Atahualpa. Hablar de Raquel es hablar de tenacidad, perseverancia, de lucha, de amor, de humanidad, de ética, de política en el mejor sentido de la palabra, de filosofía de vida, de estética, de disciplina, y de muchos otros adjetivos y conceptos que ella tenía perfectamente elaborados. Sirva esta semblanza como ejemplo, que este fragmento de vida nos ayude a reafirmar y enaltecer nuestra labor.

Raquel nació casi 80 años atrás en Montevideo, ciudad capital de la república oriental del Uruguay. A decir de ella misma, en plena juventud solo acompañó a un amigo que quería inscribirse a unos cursos de teatro que daba el Galpón, legendaria institución teatral independiente, pero se interesaron en ella y no en el, entonces la amistad terminó y Raquel se quedó para bien del teatro.

En su niñez había visto mucho de lo que llegaba de las compañías extranjeras a Montevideo y aunque no era el teatro al que se dedicaría posteriormente con tesón, ese teatro le despertó la curiosidad de saber como se producía el hecho escénico desde sus entrañas, así que ingresando al galpón asumió con gran entusiasmo tareas de serruchado, clavado, pintado, apoyo en cabina y en todo lo que se refería a la producción, es por esto que ella siempre consideró estas labores como parte fundamental para la formación y así lo manifestaba “Un integrante de nuestra institución debe de conocer desde la taquilla hasta el camerino”. Tuvo una incursión interesante en el psicodrama cuando para sobrevivir consiguió trabajo en el psiquiátrico pero esa experiencia fue fracturada por la dictadura. Ya estando en el Galpón la semilla de hacer un teatro de compromiso social germinó en ella y se desarrollo de manera importante dentro de la institución cumpliendo tareas de actriz, de maestra, y como parte del consejo de dirección. En su juventud había descubierto la militancia política pero esta se reafirmaría con mayor fuerza y desde el teatro en el Galpón.

Cuando en los principios de los años setentas vienen los golpes de estado y las dictaduras sobre todo en el cono sur y particularmente en el Uruguay, el Galpón lo sufre en carne propia por ser considerado un peligro porque sus obras despertaban conciencias además de que sus cedes eran punto de reunión de libres pensadores; Un numero importante de sus miembros fueron encarcelados, humillados y torturados, entre ellos nuestra bien amada Raquel.

Gracias a la presión internacional fueron liberados pero los acosos no pararon y las dos salas que poseía el Galpón fueron tomadas por las fuerzas armadas y clausuradas, la presión los llevó a tener que elegir entre cárcel y exilio y así después de una serie de sucesos que bien podían haber sido sacados de una película, once compañeros del galpón llegaron a México donde fueron recibidos con gran solidaridad, cuando se abrió la posibilidad de que el galpón regresara a Uruguay Raquel Seoane y Blas Braidot decidieron quedarse en México para fundar Contigo América a pesar de haber sido tachados de traidores. La historia de Raquel en Contigo America es mucho más cercana y bien conocida, fue parte fundamental dentro de todas las etapas de la institución, de los primeros diez años de brillo, de el declive cuando la mayoría de los miembros desertaron por la compra del foro y del resurgimiento actual. Por su labor en todos los sentidos dentro de Contigo América muchos de los actuales integrantes seguimos con la utopía aspiracional de un teatro si bien de una calidad estética, de un compromiso social importante que ejerce su creatividad como ejerce su libertad; En lo particular llegué a ver una obra donde observar a Raquel era estar ante una clase de actuación; como lo he manifestado en otros espacios hasta ese momento comprendí muchos de los consejos que Hamlet da a los actores en la obra de Shakespeare, reivindiqué mi postura ante la actuación realista desarrollada en la última etapa por Stanislavski y recordé las palabras del maestro Héctor Azar al equiparar la actuación con lo móviles y los estábiles de Alexander Calder, el movimiento externo en perfecto equilibrio y la estabilidad pero con gran movimiento interno.

Raquel con esa maestría recorrió obras de los dramaturgos más importantes de nuestros país y de Sudamérica: de Giamfrancesco Guarnieri en “Los que no usan smoking”, de Víctor Manuel Leites en “Costumbres”, de Sergio Magaña en “los motivos del lobo” de Leñero en “que pronto se hace tarde”, de Rascón Banda en “El ausente” y de Felipe Galván en “Nunca para siempre”, plumas que escribieron especialmente para ella ya sea como actriz o y como directora en obras como “Eli o la recámara mal usada” de Emilio Carballido o la versión de Luis Mario Moncada de “Un enemigo del pueblo”. Así mismo abordó a los clásicos y como ejemplo está su última dirección, “Fuenteovejuna” de Lope de Vega.
El pasado viernes 16 de marzo después de mucho tiempo de vagar en casi una decena de hospitales, de estudios sin resultados certeros y aplazamientos en los diagnósticos llegó la noticia de su padecimiento de cáncer óseo el cual se había extendido a todo su cuerpo con carácter de irreversible, Ese día por la noche después de terminar un ensayo la dejamos en perfecto estado de lucidez, Raquel que nunca deseó ser una molestia ni una carga para nadie se fue en un momento en el que la institución no tenía mayores compromisos, ya en otras ocasiones había cedido su salud para estar en una reunión del consejo o porque había una actividad importante en el foro. Nos dejó un hueco en el alma y un mar de esperanzas de una sociedad más justa, más libre, más creativa, y en un suspiro se volvió cenizas de ave fénix, porque el mejor legado es haber dejado una organización sólida para seguir edificando lo que fue su proyecto de vida y que ahora es el nuestro. Parte de esas cenizas descansarán en la cripta de la que fue su hermana adoptiva, nada para el Uruguay y la mayor parte en su casa: Contigo America.
Hace seis años ella escribía lo siguiente que quedó registrado en nuestra memoria que se editó con motivo de nuestro veinticinco aniversario.
“Aquí estoy, aquí vivo, aquí mi proyecto de vida: El Teatro Independiente.
Aquí he vivido amores-desamores-amores.
Aquí en este querido y generoso México, que me ha regalado familia y amigos”
A Raquel no solo le sobrevive Contigo América, le sobrevivimos todos los que creemos que podemos construir en un mundo más justo luchando desde nuestras trincheras como ella constantemente nos sugería. A Raquel le sobrevive el pensamiento libertador del humanismo sobre el poder de los grandes capitales.
Insisto sirva de ejemplo para todos los que creemos en esto y seamos al igual que ella sinónimo de perseverancia, de lucha, de amor, de humanidad, de ética, de estética, de disciplina.