Armas químicas y limpieza étnica en Ucrania

PIA.- Desde la región de Donetsk, en el este de Ucrania, denunciaron que el Ejército de Kiev empleó armas químicas en los ataques contra las organizaciones de autodefensa de la República Popular. Ello se suma a las advertencias acerca de un plan de “limpieza étnica” contra los grupos rusoparlantes, digitado desde el Gobierno Nacional y respaldado por los grupos nazi fascistas como Sector Derecho. En los campos de refugiados rusos, el número de ucranianos superó los 14 mil, incluidos 6 mil niños.

Desde la República Popular de Donetsk sumaron una nueva acusación al despliegue militar de Kiev: el uso de armas químicas. Según el gobernador de la región, Pavel Gúbarev , al menos dos soldados de la autodefensa debieron ser hospitalizados por intoxicación con fósforo tras un ataque en Semionovka.

“Ellos (el Ejército ucraniano) han atacado nuestras posiciones en Semiónovka con armas químicas. Dos soldados han recibido heridas graves (intoxicación por fósforo) y han sido enviados a Donetsk. Uno está muy mal”, sostuvo Gúbarev según reprodujo RIA Novosti.

“El uso de armas químicas podría ser un intento de aterrorizar a la población para que deje su resistencia y se someta a la voluntad de las autoridades de Kiev”, explicó el analista internacional Yusuf Fernández ante RT. Además, indicó que se trata de un crimen de guerra que muestra la impotencia del Gobierno de Kiev al no poder recuperar el control en Donetsk y Lugansk, principalmente.

El Gobierno de Rusia ya había pedido que se investigue el empleo de armas químicas en la localidad de Odesa tras los ataques de le derecha que asesinaron a más 40 personas el pasado 2 de mayo. La presentación fue hecha ante la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) y también se hizo una denuncia en el Libro Blanco, en el que la cancillería de Moscú detalla las violaciones de los derechos humanos en Ucrania desde noviembre de 2013.

Limpieza étnica

Días atrás, el ministro de Defensa de Ucrania, Mijaíl Koval, anunció su proyecto de encerrar a los residentes de la región de Donbass en campos de “filtraje” para reinstalarlos por la fuerza en otras regiones del país. Una reedición de la deportación, el desplazamiento o el encierro forzoso de poblaciones motivados por motivos étnicos: los rusoparlantes.

Antes, el primer ministro Arseny Yatseniuk había señalado como “subhombres” a quienes combatían por el federalismo en el este y sur del país.

“Desde la Agencia de Bienes Inmobiliarios del Estado ucraniano se han filtrado declaraciones más inquietantes aún que hacen pensar en la preparación de una profunda limpieza étnica. Se anunció que extensiones de tierra serán asignadas gratuitamente a los miembros de los servicios especiales del ministerio del Interior y del ejército que están luchando contra los federalistas (…) no es necesario ser particularmente inteligente para adivinar a expensas de quiénes se organizará esa entrega de tierras gratuitas”, sostuvo Andrew Korybk en Oriental Review.

Uno de los primeros registros de empleo de campos de concentración contra los aliados a Rusia se remonta a 1914, cuando los austríacos internaron a los grupos étnicos rutenos y lemkos, tras ser acusados de traición por reivindicar su identidad.

“De la misma manera, la negativa de los pueblos del Donbas a renunciar a su propia identidad les vale ahora las actuales acusaciones de traición, lanzadas específicamente por el ministro de Defensa”, relacionó Korybk. El ministro Koval, fue designado en su cargo tras la destitución de si antecesor quien no logró obstruir la integración de Crimea a Rusia.

Escalada de violencia

Mientras líderes de Europa se reúnen con el presidente Piotr Poroshenko para acordar una extensión de la tregua, la ciudad de Lugansk fue bombardeada con un saldo de al menos tres muertos, según las agencias locales.

A su vez, en Donbas se movilizaron integrantes de la organización nazi fascista Sector Derecho para exigir el cese del alto el fuego y obtener mayor margen para desplegar las operaciones represivas en la región suroriental.

A las muertes de civiles, se sumó la de un camarógrafo de una cadena de noticias estatal de Rusia que fue asesinado en Donetsk tras un ataque del Ejército ucraniano mientras viajaba en un colectivo, según confirmaron autoridades de la provincia. A mediados de mes, otros dos reporteros de Moscú fallecieron durante un bombardeo en la localidad de Lugansk.

Ante la escalada de los ataques, la tregua del presidente Piotr Poroshenko cobra el perfil de formalidad. Para las Naciones Unidas, 356 personas murieron- entre ellas 257 civiles- como consecuencia de la ofensiva militar entre el 11 de abril y el 14 de junio.

A ello se suman los miles de refugiados que cruzan hacia Rusia u otras regiones del país. “En un día 6.782 ucranianos llegaron a Rusia”, indicó en un comunicado el Centro ruso para la Coordinación de la Ayuda a Ciudadanos de Ucrania, según reprodujo Ria Novosti. De acuerdo con sus datos, la provincia de Rostov ya alberga a más de 18 mil ucranianos.